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El analista Óscar Schémel, presidente de Hinterlaces, aseguró que a pesar de que está en marcha «una guerra psicológica» con el objetivo de «desestabilizar emocionalmente al país», «hay consenso en cuanto al modelo de inclusión social». En ese sentido, dijo que «la gente no quiere un cambio de Gobierno sino que el modelo funcione. Es decir, el cambio está relacionado con el reimpulso más que con un cambio de Gobierno o de modelo».

 

Schémel estableció una correspondencia entre «guerra psicológica» y «guerra económica», que en su opinión, buscan «exacerbar sentimientos de rabia y descontento que puedan provocar desbordamiento de la violencia. Es decir, inducir una respuesta neurótica violenta que logre una ruptura del modelo o del orden establecido».

 

Clima Socioemocional

Schémel aseguró que según sondeos de opinión hechos por Hinterlaces, «los venezolanos atraviesan un clima socioemocional en el que prioriza las soluciones a los conflictos». Aseguró que «en el país no existen las condiciones sociales ni políticas para un desbordamiento de la violencia tipo «Caracazo», sin embargo, advierte que 2 de cada 3 venezolanos considera que la economía va por mal camino y que empeora la situación, sin embargo, 3 de cada 4 tienen esperanza que la situación mejorará.

 

El analista comentó que esta incertidumbre económica pudiese afectar el resultado de las elecciones parlamentarias pues a su entender con base a los estudios de opinión pública en el país «no hay oposición sino descontento». «La oposición no representa una alternativa si tomamos en cuenta que sólo el 20% se reconoce como opositor y entre todos los partidos presentes en la Mesa de la Unidad Democrática, Primero Justicia es el mejor ubicado con 6% de popularidad», aseguró en el foro Guerra Psicológica contra Venezuela, organizado por La Plataforma de Periodistas y Comunicadores de Venezuela y realizado en el auditorio de la sede principal de la Cantv.

 

Visión esperanza

Schémel dijo que «en los últimos meses las personas que se reconocen como felices pasaron del 41 % al 35%, mientras que los tristes se incrementaron al pasar de 56% al 61%. Sin embargo, la percepción de que las cosas mejorarán es estable al ubicarse en 75% luego de alcanzar el 78% en meses pasados».

 

Otro aspecto que expuso es que «más de un 80% de los venezolanos considera que la violencia política de calle no contribuye a solucionar los problemas económicos, sino que los agrava». Por eso «la mayoría salida de los encuestados prefieren soluciones dentro de las reglas de la democracia por eso los niveles de esperanza son altos a pesar del malestar y el desencanto».

 

Aseguró «que en una guerra psicológica el campo de batalla es la mente y en este aspecto los medios han sido fundamentales para neurotizar a los consumidores mediante propaganda abierta, gris y negra. Mientras que en las redes sociales, en las que el chavismo tiene poca influencia, su impacto aunque es limitado resultan importantes en la construcción de la opinión pública».

 

«La sociedad ha logrado resistir la ferocidad de estos ataques porque la mayoría están apostando a la paz, no están buscando culpables sino soluciones, son partidarios del reimpulso y no de la transición», insistió el analista.

 

A fuego lento

Sobre el empresariado, Schémel advirtió que «nos están cocinando a fuego lento, utilizando para este plan referencias a teóricos y analistas despreciando la visión del país».

 

«Hoy el discurso empresarial es sistemático, muestra de ello es la propaganda de empresas Polar en la que por primera vez en la historia se ve a los trabajadores hablando de aumento de precios. Hacen una inversión en una de sus plantas de 80 millones y gastan 400 millones en propaganda», sentenció.

 

(CO)