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Este domingo 12 de julio, mediante una conferencia de prensa, el papa Francisco manifestó no sentirse ofendido por el «crucifijo comunista» que le obsequió el presidente de Bolivia, Evo Morales, durante su más reciente visita al país sudamericano. Expresó que interpretó el regalo de Morales a través del prisma de la orientación marxista de su creador, el padre Luis Espinal, y lo consideró como una manifestación artística.

Recordemos que el pasado miércoles 8 de julio el primer mandatario boliviano sorprendió al sumo pontífice con un Jesucristo tallado sobre el símbolo comunista de la hoz y el martillo. Dicha obra es una réplica del que diseñara décadas atrás el cura Espinal. Este último, cabe destacar, era un sacerdote jesuita que fue torturado y asesinado por escuadrones paramilitares de Bolivia en el año 1980.

A lo largo de los años muchos han sido los que se han sentido ofendidos ante esta imagen, entre estos se encuentran, por supuesto, los mismísimos representantes del Vaticano, quienes argumentan que un símbolo como este podría ser usado por los partidarios de la teología de la liberación. Inclusive, hubo quienes tildaron el gesto de Morales como un asunto reprobable y hasta sacrílego, ello por osar mezclar su ideología política con la fe.

No obstante, el papa Francisco destacó que hay que prestar atención a la época y al contexto en el cual el crucifijo fue tallado. «Comprendo su trabajo. Para mí no es una ofensa», señaló, informando que llevó la pieza de regreso al Vaticano.

«Fue de mucho cariño, una obra que fue hecha por manos propias de Luis Espinal», comentó en este sentido la ministra de Comunicación de Bolivia, Marianela Paco. El presidente Morales, por su parte, ya había declarado que el regalo no obedecía a ninguna estrategia política y que simplemente pensó que el papa de los pobres lo sabría apreciar.

 

(LaIguana.TV)