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Hace dos años, la vida de Noelis Gómez dio un vuelco imborrable. No eran buenos tiempos, ya que vivía en una reducida casa alquilada junto a nueve personas. Pero además había un detalle: estaba embarazada. La emoción de gestar una nueva vida se mezclaba con la incertidumbre de lo que estaba por venir. ¿Qué pasaría si les pedían desocupar aquel limitado espacio?

 

«Allí estábamos mi hermano mayor con sus dos niños, una prima, mi esposo, mis cuatro hijos y el que venía en camino», recuerda esta margariteña que en aquellos días sólo tenía 33 años y residía en el sector Los Cocos, municipio Mariño del estado Nueva Esparta, zona insular del país.

 

Pero esta vez lo que estaba por venir era la mejor de las noticias: se le había adjudicado una casa como parte de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), la política habitacional del Estado. Su hogar era, además, la vivienda número 400.000 de este plan gubernamental, y le sería entregada por el presidente de la República, Nicolás Maduro, en cadena nacional de radio y televisión. Las piernas le temblaron y en el vientre una patada le avisó que el momento del parto se acercaba.

 

«Fue una emoción bastante fuerte, porque soy tímida para hablar frente a las cámaras, y más si tengo al presidente al lado. Sin embargo, lo que más sentíamos mi familia y yo era mucho orgullo y una felicidad muy grande, que se mantiene igualita hoy en día», afirma Noelis.

 

Atrás habían quedado los períodos de incertidumbre en que cada seis meses había que mudarse a lugares minúsculos y cada vez más incómodos. A partir de aquella noche del 16 de julio de 2013, Noelis, su esposo e hijos tenían un hogar en un sencillo pero acogedor urbanismo a un costado de la avenida Juan Bautista Arismendi, en la isla de Margarita.

 

«Durante estos dos años todo ha sido muy bonito. Los niños están contentos, tenemos estabilidad, y aquella barrigota que tenía cuando el presidente Maduro me entregó la casa, ahora es un niñito tremendo, Éngelbert, justamente de dos añitos, que anda corriendo por ahí», expresa sonriente y evidentemente satisfecha.

 

Este es el lugar donde ella y su familia aspiran a quedarse y crecer. Además del inquieto bebé, está una pequeña de ocho años, otro niño de 12, uno de trece y un adolescente de 14, quien seguramente será el destinatario de una ampliación que Noelis y su esposo piensan construir en algún momento en lo que actualmente es un amplio patio.

 

«Valoramos lo que tenemos»

 

Ese patio es precisamente uno de los orgullos del esposo y atareado padre de la familia, Eudis Márquez: «Tenemos muchos árboles sembrados. Tenemos aguacate, mango, naranja, limón, mandarina, parchita y guanábana, entre otros».

 

Pero el proyecto que más lo emociona es una churuata que construyó en los límites de la propiedad. «Allí vamos a poner un pisito, con su mesón y su parrillera», expresa contento de tener un lugar propio, la casa donde puede hacer lo que desee.

 

Márquez es un hombre trabajador. Es propietario de una cauchera que brinda servicio «de lunes a lunes, los 365 días del año», a gran cantidad de conductores que transitan por las cercanías de la empresa Sigo La Proveeduría. Siempre arriba feliz a su hogar, que insiste en cuidar.

 

«Cada día le ponemos un poquito más de cariño a la casa. Valoramos lo que tenemos y lo amamos. Han sido dos años maravillosos. No tengo palabras para agradecer la entrega de esta vivienda», señala.

 

Luna de miel de calle

 

La entrega de la vivienda 400.000 tuvo otra particularidad. Ocurrió durante la primera jornada del Gobierno de Calle en el estado Nueva Esparta, donde además de la adjudicación de casas, se produjo la supervisión de centros de salud, inauguración de espacios educativos y encuentros con el Poder Popular en la primera comuna ecosocialista del país, La Restinga.

 

Pero además, un día antes, el presidente Maduro había contraído matrimonio con la primera combatiente, Cilia Flores. «Vinimos a Margarita a tener una luna de miel de trabajo. Una luna de miel de calle», bromeó en aquel momento el mantario.

 

El Gobierno de Calle es una estrategia de gestión impulsada por el jefe de Estado desde su inicio en la Presidencia, que lo llevó por todos los estados del país a detectar las necesidades del pueblo y acordar soluciones.

 

Mucho ha pasado desde entonces en Nueva Esparta. Actualmente se construyen 8.766 viviendas a través de la GMVV. A esto hay que sumar las que edifica el Poder Popular, otras son levantadas mediante el convenio China-Venezuela y las promovidas bajo acuerdos entre el Instituto de Previsión y Asistencia Social del Personal del Ministerio para la Educación (Ipasme) y el Ministerio de Hábitat y Vivienda. En total son unas 11.000 casas en construcción.

 

Además, el Consejo Legislativo aprobó recientemente un crédito adicional por 330,8 millones de bolívares destinados a la construcción de viviendas en la entidad.

 

La felicidad de Noelis y Eudis se ha multiplicado cientos de veces en toda la geografía neoespartana durante los últimos 24 meses.

 

La GMVV arrancó en abril de 2011 por iniciativa del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez. Desde entonces ha levantado más de 706.000 casas en todo el país y se enfila a cerrar 2015 con la vivienda un millón.

 

(AVN)

 

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