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La selección de Panamá cayó eliminada en las semifinales de la Copa Oro ante México por dos goles a uno, en un partido lleno de polémica.

 

Al igual que en el encuentro ante Costa Rica, Andrés Guardado fue el gran héroe mexicano al convertir los dos penaltis que daban el pase a su selección. Cuando Panamá, con un hombre menos, acariciaba el pase con 1-0, el colegiado señaló una mano inexistente de Ramón Torres que certificó el empate para los mexicanos en el minuto 90.

 

El partido se fue a la prórroga y en la primera mitad del tiempo extra, el árbitro volvió a señalar un nuevo penalti por una falta de Harold Cummings sobre Javier Orozco. Una vez más, Guardado perforó las redes y sumó su quinto gol en la competición para amarrar el pase de su selección a la octava final en la Copa Oro.

 

La polémica estuvo servida e incluso los jugadores panameños estuvieron a punto de agredir al árbitro del partido, que tuvo que ser escoltado. Al término de la semifinal, los jugadores de Panamá publicaron una fotografía en el vestuario en la que podía leerse: «Concacaf ladrones», en referencia a la confederación que organiza el torneo.

 

(elmundo.es)