La guerra económica impuesta por empresarios y políticos de la derecha venezolana, como medida de presión para fracturar el Gobierno Bolivariano, le ha dado alas a la beligerancia mediática, proyectándonos internacionalmente como un país en emergencia y crisis.
Tal es el caso de la crónica titulada “Caracas: once horas para comprar carne” publicada este lunes 3 de agosto, en el portal de noticias español ultraderechista El Mundo, donde describen dramáticamente en página completa, tal cual un aviso pagado, un día de compras en Mercal y abasto Bicentenario.
Haciendo uso exagerado del amarillismo visual con imágenes y videos que reflejan colas largas y saqueos a establecimientos de alimentos.
Este tipo de trabajos periodísticos, más que informar y educar, genera incertidumbre, confusión y miedo entre aquellos venezolanos que no tienen los pies bien puestos sobre la tierra y culpan de todo al Gobierno de Nicolás Maduro.
Álex Vásquez, autor del sombrío artículo asegura entre líneas que “la inflación en el país podría llegar a 200 por ciento para el cierre de 2015”, lo curioso es que usa una fuente de medición nada neutral, Cendas, propiedad de Oscar Meza, amigo de todos los opositores del país.
Igualmente, hace uso de fuentes incompletas, personas que se identifican solo por sus nombres. Nada profesional para un trabajo investigativo.
Entre líneas afirma que los productos que escasean solo pueden comprarse una vez a la semana, y menciona colas para comprar comida y que las peleas entre los clientes afectan a los comerciantes.
Pero no aclara que las mencionadas acciones son consecuencias de los empresarios que producen a media máquina y esconden sus productos para asfixiar al pueblo, ejemplo de ello, empresas Polar.
Corroborando que el artículo tiene un fin político y fue pagado, Vásquez descaradamente mencionó que Jesús “Chuo” Torrealba, secretario de la mal llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha convocado una marcha «contra el hambre» el próximo sábado 8 de agosto y da detalles de lo que harán ese día.
Escasez, sangre, colas, saqueos, violencia son algunos de los términos utilizados entre líneas en la crónica de terror que seguramente fue patrocinada por la MUD.
(LaIguana.TV)
