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El Gobierno le informó a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores las medidas humanitarias que ha activado para afrontar la crisis que se vive desde el pasado sábado en la frontera con Venezuela. En total, más de 1.100 colombianos han sido deportados tras las medidas del estado de sitio implementadas por órdenes del mandatario venezolano, Nicolás Maduro.

 

El presidente Juan Manuel Santos dice que frente a la crisis de la frontera con Venezuela actuará con prudencia y diplomacia. “Es hora de los bomberos, no de los pirómanos”.

 

Santos relató que dos albergues en Villa del Rosario y otros dos en Cúcuta ya han recibido a 608 colombianos expulsados del vecino país, que según el mandatario, hoy duermen bajo techo y no les falta alimentación ni aseo.

 

El Presidente de la República le exigió al gobierno de Maduro respeto y trato digno a los colombianos. Censuro la práctica de marcar casas para señalar a los colombianos como una conducta que recuerda oscuros episodios de la historia universal.

 

Frente al atropello denunciado por colombianos en zona fronteriza, donde la guardia venezolana ha sacado a familias colombianas de sus casas y demolido sus humildes viviendas, Santos afirmó que se protestará por el trato dado a los connacionales.

 

El Presidente reiteró que aunque se debe protestar en contra de las injusticias y el maltrato, «estas situaciones deben solucionarse con firmeza y prudencia, privilegiando diálogo y vías diplomáticas».

 

(Semana.com)