Venezuela es conocida por despachar en sus Estaciones de Servicios (E/S) el combustible más barato del mundo, un litro no cuesta un bolívar. Ésta no es la realidad de Cúcuta, a los colombianos le es más rentable adquirir gasolina contrabandeada, ante la escasez reinante en su ciudad, hecho que quedó demostrado tras el cierre de la frontera.
Esta alarmante situación cambió, tras el cierre del límite colombo-venezolano el pasado 19 de agosto por Decreto Presidencial, desde entonces se le ha dado un freno a las bandas criminales del paramilitarismo, el contrabando y el narcotráfico colombiano.
Ahora se empiezan a observar grandes colas en las 17 E/S al Norte de Santander, por falta de combustible. Los conductores deben esperar hasta cinco horas para llenar “a precio preferencial” el tanque de su vehículo, lo que antes no hacían.
Según el diario “El Tiempo Bogotá” los llamados “pimpineros” se han ido reduciendo en Cúcuta y afirmó que el mercado ilegal de gasolina se había disparado en dicha ciudad.
La escasez del inflamable ha activado el nerviosismo y las compras nerviosas entre los cucuteños. El diario impreso citó que la gasolina disparó los precios en el mercado ilegal de 18.000 pesos a 60.000 pesos por cada pimpina de seis galones de combustible.
Los llamados “pimpineros”, a la vista de las autoridades colombianas, no son sancionados ni juzgados. Una vendedora ilegal de combustible -quien no se identificó- confesó descaradamente estar asustada porque el cierre de la frontera le afecta su negocio.
“Antes solía tener hasta unos 30 tanques para venderle a los conductores locales el combustible durante el día, pero eso se ha acabado. Se ha vuelto complicado porque no está llegando gasolina, todo está bloqueado por todos lados”, aseguró la contrabandista.
Según los gremios económicos consultados por el rotativo colombiano, no aseguraron el aumento del cupo de combustible despachado al Norte de Santander. El cupo de esta zona es muy poco para la demanda.
(LaIguana.TV)
