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El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, general mayor Ígor Konashénkov informó que los aviones de asalto Su-25 golpearon un campamento terrorista en la zona de Maaret al-Nuuman, en la provincia de Idlib, provocando la retirada precipitada de miembros del autoproclamado Estado Islámico (EI) y Daesh (en árabe), al noroeste de Siria.

 

Desde el comienzo de su misión en Siria el pasado miércoles, la aviación rusa ha realizado más de 18 bombardeos en provincias estratégicas del territorio árabe dominado por terroristas del EI, entre ellas, Al-Raqa (este), Alepo (norte), Hama (centro) e Idlib, donde ha logrado destruir campos de entrenamiento e instalaciones militares de estos grupos radicales.

 

Fuentes sirias divulgaron este sábado que los terroristas retiraron sus vehículos blindados y el armamento que tenían en la provincia de Idlib, donde los ataques rusos lograron acabar con sus equipos materiales y algunas pérdidas humanas de estos radicales que han sometido a Siria con decapitaciones y explosiones masivas.

 

Los ataques aéreos de Rusia al noroeste de Siria alcanzaron, además, este viernes, varios centros de mando del grupo terrorista Yaish al-Fath, en la ciudad de Yisr al-Shughur y la región de Jabal al-Zawiya, donde causaron varios muertos, entre los que se encontraba un cabecilla de la agrupación identificado como Abd al-Razaq Khnforh.

 

Paralelamente, Rusia consiguió atacar un escondite, varios vehículos, un lanzacohetes y un cañón del EI en la ciudad histórica de Palmira, situada en la provincia occidental de Homs, que se encontraba secuestrada por los terroristas, quienes causaron graves daños patrimoniales.

 

Rusia ha sido el primer país que se atrevió a apoyar a Siria en el combate contra el terrorismo del Estado Islámico. Su presidente Valdimir Putin ha reiterado en varias ocasiones que los ataques únicamente están concentrados en los centros o asentamientos de estos rebeldes donde reposan armas, vehículos blindados y municiones de guerra.

 

(teleSUR/ La Radio del Sur)