magnicidio2811142.jpg

Este jueves, el Ministerio Público (MP) emitió una citación dirigida a María Corina Machado en calidad de imputada, por lo que deberá presentarse el próximo 3 de diciembre, acusada por su presunta participación en un plan magnicida contra el presidente de la República, Nicolás Maduro.

 

Por estos mismos hechos tienen órdenes de aprehensión Henrique Salas Romer, Diego Arria Salicetti, Ricardo Emilio Koesling Nava, Gustavo Tarre Briceño, Pedro Mario Burelli Briceño y Robert Alonso Bustillo.

 

Vale recordar que una investigación de los órganos de seguridad del Estado, logró detectar un plan que vincula a estos dirigentes de ultraderecha con el plan de eliminar físicamente al primer mandatario nacional.

 

A través de la intercepción de correos electrónicos, se pudo constatar la vinculación de la ex parlamentaria con Henrique Salas Romer y un funcionario estadounidense, Gustavo Torres, quien es señalado de planificar y activar terroristas en las calles del país.

 

En uno de los correos develados, María Machado le escribe al ex gobernador de Carabobo: «Llegó la hora de obtener el financiamiento para aniquilar a Maduro». La cadena de correos da cuenta de que la ex parlamentaria se comunicaba también con Diego Arria, y con Pedro Burelli.

 

En uno de los mensajes enviados por Burelli, éste le comunica a Diego Arria que existen grupos de EE.UU. involucrados para participar en el plan golpista, «contamos con el Departamento, la embajada y las sanciones del Senado», dice el correo.

 

Burelli también se comunica por la misma vía electrónica con Henrique Salas Romer, para confirmarle la participación de funcionarios del Departamento de Estado norteamericano. Gustavo Tovar Arroyo, cabe destacar, es también mencionado por Burelli como copartícipe del plan.

 

Tovar Arroyo, junto a Pedro Burelli, fueron los encargados de organizar la “Fiesta Mexicana” en el año 2010, reunión que sirvió para el entrenamiento de jóvenes de la derecha venezolana por personajes serbios expertos en golpe suave y la doctrina de Gene Sharp.

 

Finalmente, se develó que Ricardo Emilio Koesling se comunica con Robert Alonso para conversar sobre el entrenamiento de pequeños grupos en el estado de la Florida, éstos se encargarían de actuar en la ejecución del ataque contra el presidente Maduro.

 

No obstante, uno de los objetivos de este plan era matar al primer mandatario nacional pero también, provocar un baño de sangre que crearía las condiciones para una intervención extranjera y acabar con la Revolución Bolivariana.

 

(LaIguana.TV)