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El Ministerio de Transporte de Rusia informó este jueves que ya posee los primeros datos de las cajas negras del avión A321 siniestrado el pasado 31 de octubre en la península de Sinaí, Egipto, donde fallecieron 224 pasajeros.

 

De acuerdo al titular de este despacho, Maxim Sokolov, el mismo día del accidente se habrían trasladado hacia El Cairo dos registradores del vuelo, mientras un equipo de expertos logró descifrar posteriormente las primeras grabaciones contenidas en las cajas negras.

 

El ministro de la nación eslava resaltó que Egipto ha prestado todo el apoyo necesario a la comisión especial rusa, que se encuentra en la nación árabe recogiendo todas las posibles evidencias que permitan dar con las causas reales del trágico acontecimiento.

 

«Establecimos una estrecha y eficiente cooperación que ha permitido organizar la protección del lugar del siniestro, así como el levantamiento, conservación y envío a San Petersburgo de los restos de los fallecidos», aseveró Sokolov.

 

En este sentido, las autoridades egipcias han reiterado la idea de no generar hipótesis apresuradas sobre las razones que obligaron el decenso violento de la aeronave rusa. Algunos medios sostienen que el avión tendría en su interior una bomba.

 

El propio presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, rechazó hoy las recientes declaraciones del primer ministro británico, David Cameron, quien suspendió los vuelos desde su país hacia la localidad del accidente por medidas de seguridad.

 

“Es una decisión prematura y unilateral sin fundamento. Lamento que esta medida pueda ser adoptada por otros países, perjudicando la industria turística no sólo en Sinaí sino en todo Egipto”, manifestó.

 

Entre tanto, el mandatario ruso, Vladimir Putin, también descalificó la decisión del Reino Unido y exhortó a Cameron a operar con los datos que se obtengan en el curso de la investigación oficial que se encuentra en marcha.

 

Tal respuesta surgió luego que Cameron afirmara que el avión pudo ser derribado por una bomba, según datos suministrados por un equipo de inteligencia de su país y de Estados Unidos.

 

En contexto:

El pasado sábado 31 de octubre el vuelo 7K9268 de la línea aérea Kogalymavia que cubría la ruta Sharm el-Sheij (Egipto)- San Petersburgo (Rusia), se estrelló a 30 minutos de haber despegado en la península del Sinaí, en el noroeste de Egipto, con 224 pasajeros a bordo.

Las autoridades egipcias confirmaron que no hubo sobrevivientes y hasta el momento continúan las investigaciones para determinar las razones del accidente.

El Estado Islámico (EI) se habría atribuido el hecho, aunque no se ha demostrado, hasta la fecha, la evidencia de un posible ataque terrorista contra la aeronave rusa.

 

(teleSUR)