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Este martes 17 de noviembre, desde el Palacio de las Academias (Caracas), el presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (FCU – UCV), Hasler Iglesias, informó que el «movimiento estudiantil» que él representa efectuará una «movilización» para conmemorar el Día del Estudiante el próximo sábado 21 de noviembre.

 

En este sentido, Iglesias convocó a las comunidades que hacen vida en las diversas casas de estudios superiores del país, a marchar ese mismo día, a partir de las 10 am, desde la estación del Metro de Chacao hasta el final de la Avenida Venezuela en El Rosal.

 

«Los jóvenes defenderemos nuestros derechos, nuestros valores y nuestras universidades», expresó el dirigente, anunciando a su vez que durante la actividad será presentada al país una fulana propuesta denominada «Plan de la Juventud».

 

«Desde la antigua sede de nuestra UCV, estamos alzando las mismas banderas de la generación del 28», indicó el estudiante, dejando claro que lo que se busca con este tipo de actos es caldear los ánimos previo a las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre.

 

Las declaraciones del presidente de la FCU, como era de esperarse, fueron reseñadas de inmediato por los diversos portales opositores de nuestro país, incluso fueron citadas y tuiteadas por el usuario en la red social Twitter de la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) @unidadvenezuela. ¿Simple iniciativa de la comunidad estudiantil que adversa el proceso revolucionario? ¿Simple llamado de un grupo de estudiantes disconformes? Por supuesto que no.

 

Este tipo de «movimientos estudiantiles», por lo general, han estado dirigidos por agentes de derecha (internos y externos) que solo procuran desviar la atención sobre los verdaderos problemas administrativos que atraviesan nuestras universidades públicas. Todas sus demandas siempre se efectúan en contra del gobierno nacional. Los reclamos nunca apuntan hacia las corrompidas autoridades de las distintas casas de estudio.

 

¿Qué pasa con los recursos que año tras año le transfiere el gobierno a los rectores de la UCV? ¿De verdad son insuficientes? ¿Qué pasa con las multimillonarias ganancias adquiridas por las autoridades de «la casa que vence las sombras» gracias al alquiler del Estadio Universitario? ¿No es acaso eso suficiente para mejorar el precario servicio del comedor, por ejemplo? ¿Por qué carrizo no se invierte el tiempo en buscarle respuestas a este tipo de preguntas?

 

(LaIguana.TV)