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Como cada domingo, el escritor venezolano Luis Britto García, hizo público su artículo de interés político, esta vez con un titulos sugerente: «Promesas electorales sinceras», en el que devela con una intensa carga irónica, la verdad tras las promesas de cambio de la fracción de derecha en Venezuela, llamense MUD o voceros que fuera de ella, accionan dislocadamente en búsqueda incluso de los chavistas que, a pesar de consignas baratas, no comen cuento y ya saben qué hacer este próximo 6D.

 

A cotinuación el artículo completo de Luis Britto García, «Promesas electorales sinceras» publicado el pasado fin en el diario Únltimas Noticias:

 

¡Pueblo que me escuchas! ¡Vota por nosotros! ¡Haremos lo que prometemos porque ya lo hicimos una vez! ¡A la segunda va la vencida! ¡Volveremos a derogar por decreto la Constitución! ¡Destituiremos todos los funcionarios de elección popular! ¡Sacaremos al que se resista arrastrado de su casa en vivo y en directo! ¡Reimpondremos el apagón comunicacional! ¡Ya lo hicimos! ¡Lo volveremos a hacer!

 

-¡No prometemos fantasías, sino aquello de lo que somos capaces! ¡Ofrecemos detenciones en masa de toda la población de sectores de bajos ingresos, porque ya nos entrenamos haciéndolo! ¡Ofrecemos reabrir teatros de operaciones donde no valen Constitución, jueces, fiscales, hábeas corpus ni abogados defensores, porque nadie puede negar que los creamos y les consta que fue verdad! ¡Sí ofrecemos desapariciones forzosas, allí están de testigos todos los que no volvieron a aparecer jamás! ¡Y sí ofrecemos impunidad, aquí está como prueba quien les habla, que nunca pagó por nada!

 

-¡Turba que me escuchas, juramos privatizar Pdvsa, porque ya tratamos de privatizarla una vez! ¡Nosotros ya privatizamos una vez la autopista Caracas-La Guaira, la telefónica, los acueductos, las aerolíneas, las industrias del hierro, las del aluminio, todas las empresas estratégicas! ¿Quién sostiene que no podemos volverlo a hacer?

 

-¡Chusma que me oyes, sabes que, en cuanto privaticemos las industrias básicas, nuestro programa se cumplirá! ¡Reduciremos el gasto social de 60,7% del presupuesto que se invierte ahora, al 37,2% de 1988, cuando mandábamos! ¡Subiremos el índice de pobreza actual de 20,4% hasta el 28,9% y el 10,8% de pobreza extrema de cuando gobernábamos en 1998! ¡Subiremos el índice de subnutrición del 5% actual al 21% que reinaba en 1998! ¿Acaso que la comida es para la chusma? Cerraremos mercales, pedevales y mercados comunitarios y liberaremos los precios para que supermercados y acaparadores hagan lo que les dé la gana. ¡Reimpondremos el analfabetismo y privatizaremos la educación!

 

-Pero, señor, ¿usted está loco?

 

-¿Yo? No, locos estarán los que voten por mí.

 

(ÚN)