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El aspirante presidencial republicano Donald Trump reiteró este martes su propuesta de prohibir la entrada a Estados Unidos a todos los musulmanes, con el argumento de que es algo de «sentido común», pese al aluvión de críticas de sus rivales conservadores y de los candidatos demócratas, así como de medios y expertos.

 

Entre las voces que se han alzado contra la propuesta de Trump destaca la del republicano Paul Ryan. El presidente de la Cámara de Representantes ha recordado que «la libertad religiosa es un principio constitucional fundamental y un principio fundador de este país», añadiendo además con contundencia que «lo que se ha propuesto no representa a este partido [Republicano] ni a este país».

 

Pese a las reacciones, Trump ha insistido en varias entrevistas en las principales cadenas de televisión en defender su propuesta de imponer un bloqueo «completo y total» a la entrada de musulmanes en el país hasta que las autoridades «averigüen lo que está pasando».

 

En declaraciones a la cadena ABC, el magnate ha asegurado que esa medida sería «temporal». «Estamos en guerra», ha insistido Trump, que además ha acusado al presidente Barack Obama de no ver la gravedad de lo que está ocurriendo.

 

En opinión del precandidato republicano, «si no resuelven esto» habrá «muchos más» atentados terroristas como los del 11 de septiembre de 2001.

 

Trump, que lidera la mayoría de los sondeos de intención de voto sobre la contienda republicana desde que lanzó su campaña el pasado verano, ha asegurado que hay personas que «quieren volar nuestros edificios, nuestras ciudades».

 

En otra entrevista con la cadena MSNBC, Trump ha afirmado que su propuesta no está en contra de los valores estadounidenses, al compararla con las «proclamaciones presidenciales» de Franklin D. Roosevelt durante la Segunda Guerra Mundial. No obstante, ha afirmado que no propone crear «campos de internamiento» para los musulmanes como los establecidos por Roosevelt para los estadounidenses de origen japonés tras al ataque en Pearl Harbor.

 

La propuesta de Trump de prohibir la entrada a Estados Unidos a todos los musulmanes se produce tras la matanza de la semana pasada en la localidad californiana de San Bernardino, en la que murieron 14 personas asesinados por una pareja supuestamente seguidora del Estado Islámico.

 

Las autoridades investigan dicha matanza como un «acto de terrorismo», el peor en suelo estadounidense desde el 11-S, y Obama ha pedido a los ciudadanos no confundir a los radicales de San Bernardino ni a los yihadistas con la mayoría de musulmanes, que rechazan esa «ideología de odio».

 

Ya tras los atentados terroristas del 13 de noviembre en París, Trump planteó crear una base de datos para controlar a todos los musulmanes de EEUU, aunque luego se desmarcó de esa idea.

 

(Agencias)