memegmvv1112153.jpg

La Gran Misión Vivienda Venezuela (Gmvv) se ha erigido en los últimos cinco años como una de las principales banderas de la Revolución Bolivariana. Luego de los desastres causados por las lluvias en todo el territorio nacional a finales del año 2010, el Comandante Hugo Chávez Frías ideó esta nueva política de gobierno para dignificar a todos aquellos ciudadanos y ciudadanas que habían perdido sus casas, y a todos aquellos que aún continuaban habitando en zonas de alto riesgo.

 

Estos nuevos hogares, como todos sabemos, son otorgados de forma gratuita a las familias que se encuentran en extrema pobreza. Por lo general estas viviendas, construidas muchas veces con técnicas de avanzada y de altísima calidad, y también con la participación de las comunidades organizadas, son canceladas en cómodas cuotas, por un período de tiempo flexible y con tasas de interés especiales y para nada especulativas.

 

Esta realidad «parece» desconocerla el sector opositor. La dirigencia derechista, sobre todo en tiempos de campaña electoral, se ha cansado de repetir que le entregará títulos de propiedad a los beneficiarios (para ellos clientes) de esta exitosa misión, y han asegurado además que tienen todísima la intensión de dizque ampliarla y de mejorarla. El pueblo que sigue a estos señores, sin embargo, no ha perdido oportunidad para insultar y para calificar de holgazanes a quienes reciben las llaves de sus casas dignas o de sus apartamentos.

 

Recientemente, específicamente en el mes de noviembre, los representantes de los partidos contrarrevolucionarios concentrados en la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) dieron a conocer un proyecto titulado Ley Impulso al Desarrollo de Viviendas. Esta propuesta plantea que cada familia posea una «estructura mínima» inacabada de una casa, y que luego se endeude con la banca privada para que «amplíe» su residencia. Estas viviendas, según el referido texto, llevarían el nombre de «hogares semillas».

 

Este tipo de promesas nos induce a rememorar aquellas famosas «soluciones habitacionales» que construían los gobiernos puntofijistas. ¿Cuáles son las verdaderas intenciones de la derecha? ¿Qué hay detrás de todo esto? Ahora que han logrado hacerse del Poder Legislativo venezolano, ¿en qué pretenden convertir ellos la Gmvv? ¿Podríamos interpretar que eso de «institucionalizar» los títulos de propiedad de los beneficiarios (para ellos clientes, es necesario reiterar), consiste en que estos comiencen a pagar una descomunal cuenta de por vida?

 

El pasado viernes 4 de diciembre el presidente de la República, Nicolás Maduro, entregó la vivienda número 900 mil en el estado Bolívar. «Pase lo que pase seguiremos garantizando la mayor suma de felicidad para nuestro pueblo», declaró el jefe de Estado en aquel momento. Este es otro de los beneficios que podrían perder los venezolanos más necesitados (trabajadores, hoy incluidos y dignificados), sobre todo ahora que la Asamblea Nacional estará dominada por una bancada en su gran mayoría de derecha.

 

(LaIguana.TV)

memegmvv1112151.jpg