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La CEPAL lo anunció de forma oficial en boca de su secretaria ejecutiva, Alicia Bárcena: las economías latinoamericanas cierran el 2015 con un retroceso importante y aventura un crecimiento insignificante para 2016.

 

Para el economista argentino, Luis Palma Cané, las causas son varias: los precios de las materias primas, que a su entender no se han recuperado ni se van a recuperar; las expectativas acerca de las tasas de interés de EEUU, con una suba leve y una tendencia que se mantendrá en 2016; y le deterioro de los gobiernos progresistas que causó golpes de timón en el electorado de países como Argentina y Venzuela.

 

Palma Cané opina que los cambios políticos en Latinoamérica a la larga serán beneficiosos para las economías de esos países, pero admite que para el caso de Argentina habrá que esperar más allá de 2016 para ver sus efectos.

 

Mientras, el economista y miembro de la UNAM, Ariel Noyola Rodríguez, también sitúa en la caída del precio de las materias primas la hecatombe de la economía latinoamericana, que afecta no sólo al comercio exterior, sino al flujo de inversión extranjera. Indica que esto provocó una caída en los ingresos fiscales con la consecuencia de una disminución en el gasto público.

 

Asimismo, Noyola Rodríguez señala que los gobiernos progresistas de la región no han estado a la altura de las circunstancias para darle un giro a una situación económica que es cada vez más complicada. Añade que en el caso de Venezuela, las divisas siguen estando controladas por no más de 20 empresas, y el sector bancario está dominado por el capital extranjero. Así, los préstamos que otorgan son muy onerosos, por lo cual la economía venezolana será la que sufra la mayor contracción.

 

Con respecto a Cuba, la CEPAL dijo que «ha hecho los deberes». Tanto Luis Palma Cané como Ariel Noyola Rodríguez coinciden en que el gran problema de la isla ha sido su modelo económico. Pero señalan que de a poco se abren expectativas con el acercamiento que está teniendo con EEUU.

 

Luis Palma Cané concluye que la región ha cambiado radicalmente de un crecimiento sostenido a un crecimiento magro, con sus dos economías principales en recesión, y una expectativa de que los precios de las materias primas no mejorarán. Esto se suma a la suba de las tasas de interés de la FED en EEUU, que causó la fuga de capitales de unos países que no tienen el ahorro interno necesario como para financiar la inversión.

 

Entretanto, el economista Ariel Noyola Rodríguez resume que la región latinoamericana está en un impasse, y que en los casos de los gobiernos de Venezuela y de Brasil, su suerte dependerá de los tipos de medidas que asuman en los próximos meses tendientes a revertir, tanto la crisis económica, como la debacle electoral en Venezuela, y el descontento hacia la gestión de Dilma Rousseff en Brasil.

 

(Sputnik News)