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A juicio del entorno más allegado a la muchacha graduada como TSU en Informática, cuyo cadáver fue localizado el pasado sábado, decapitado y casi desmembrado por su pareja, en una apartamento de Colón, municipio Ayacucho, “ese hombre la golpeaba, celaba y la maltratada, pero Jessica (Durán López) no lo quería dejar, por amor, estaba muy enamorada de él”.

 

Para los investigadores y la Fiscalía existen dos vertientes, que tratarán de descartar o confirmar apenas capturen al hombre. Estas se basan en una de orden mental y la otra, pasional, reseña el diario tachirense La Nación.

 

Entretanto, familiares y amigos del círculo de la víctima detallaron al rotativo regional aspectos de la relación. “No le permitía salir con sus amigos, no la dejaba usar faldas cortas, la limitaba muchísimo. Incluso este 24 de diciembre, ella lo pasó sola, porque él se fue. Y aunque ella a veces decía sentirse triste por todo eso, también aseguraba que estaba muy feliz con él”.

 

Aseguran que, pese a que el autor del homicidio labora como obrero para un tío, su familia es propietaria de importantes fincas de la zona norte del estado, y es pudiente; sin embargo, “era Jéssica quien prácticamente se encargaba de pagar todo. Para lo único que servía él, era para celarla y prohibirle cosas. Y mire cómo le pagó. Al parecer, él era un matarife (persona que tiene por oficio matar y descuartizar el ganado destinado al consumo), y eso seguramente le facilitó hacerle lo que le hizo. Eso no tiene nombre”.

 

El suceso ocurrió la tarde-noche del sábado en el apartamento E1-04, primer piso del Edificio Vianneiky Valentina, en la carrera 2 esquina con calle 5 del barrio Las Flores, de la capital del municipio Ayacucho.

 

(ÚN)