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Eran aproximadamente las ocho de la noche de este viernes, a 30 pasos de la salida del metro Bellas Artes con dirección al teatro Teresa Carreño, cuando un compañero que integra el equipo de LaIguana.TV nos escribe para denunciar y contar por la situación que vivió cuando se dirigía hacia la parada del metrobus de la zona. 

 

Relata el colega que iba de regreso a su casa, caminaba por el sitio ansiando llegar lo más pronto a su destino, pero jamás imaginó encontrarse con aquel hecho que lo marcaría para toda la vida. 

 

En las inmediaciones del referido lugar, aun siendo de noche se encontraban numerosos transeúntes en las adyacencias, cuando tres sujetos lo abordaron para robarle su morral, en el cual llevaba algunas pertenencias. 

 

Señaló que durante el suceso no opuso resistencia; pero ante la agresión y sospecha de que lo malograrían intentó defenderse como pudo; sin embargo, le propinaron 6 puñaladas, logrando perforarle su pulmón derecho.

 

Relata que las personas que se encontraban en el área observaron y fueron testigos de lo que sucedía, con todo y eso nadie intervino.

 

“Lo más loco es que me atacaron y había mucha gente y nadie hizo nada. Tuve que defenderme como pude contra esos malandros”, narró. Además dijo que tal vez, los que presenciaron el suceso lo confundieron con uno de los delincuentes. 

 

No conforme con lo sucedido, al lograr ser auxiliado, lo trasladaron hacia la clínica Luis Razzetti, en donde le practicaron los primeros auxilios, posteriormente fue llevado al centro Clínicas Caracas, debido a que el mencionado centro de salud está afiliado a su seguro; no obstante y para su desconcierto y el de sus parientes el cirujano de turno se rehusó a atenderlo.

 

Cuenta, que aunque su objeción fue indicarles que su seguro era válido, “el equipo cirujano de turno no quiso atenderme”, aseguró. Por lo tanto, solicitó hacer esta denuncia ya que se opusieron a prestarle la asistencia ante las graves circunstancias en que se hallaba. 

 

“Una cosa absurda. ¡Dios es demasiado grande, si no me hubiese defendido no podría estarles contando esto!”, afirmó. 

 

Cabe acotar que el colega, en los actuales momentos está recluido en el Hospital Universitario de Caracas recuperándose del atroz asalto. 

 

Ante los hechos vale preguntarse ¿dónde queda el juramento y el compromiso de la ética de los médicos en circunstancias como las descritas? 

 

Si en la clínica Luis Razzetti y en el hospital citado anteriormente no le hubiesen prestado la ayuda ¿cuál hubiese sido su destino? Su condición ameritaba una inmediata intervención. 

 

Hacemos un llamado a las autoridades correspondientes a que se investiguen casos como este, un ser humano que pudo haber perdido la vida por la falta del cumplimiento del deber de un profesional de la salud; asimismo enfatizar la solicitud para que los entes respectivos sean más contundentes con las políticas de seguridad, ya que el incremento de los delitos se hacen evidentes.

 

“Hoy me pasó a mí, pero muchas personas no viven para contarlo”, concluyó el compañero de labores. 

 

(LaIguana.TV)