feminista-cua.jpg

“Hace falta afinar muchos mecanismos de justicia de género, pero hemos logrado desmitificar que la violencia contra las mujeres es un problema que se debe quedar en la familia”, aseveró Rebeca Madriz, viceministra de Igualdad de Género y no Discriminación.

 

En conversación con Correo del Orinoco, sostuvo que durante la última década en Venezuela se ha producido un salto importante: “Las mujeres ya no asumen como algo natural el ser maltratadas”.

 

La funcionaria explicó que eso se traduce en un incremento en el número de denuncias. “Las mujeres saben que ahora hay vías para la restitución de sus derechos”, comentó.

 

INSTITUCIONALIDAD PARA LA DEFENSA
 

Esa garantía, argumentó Madriz, se sostiene a través de una legislación y toda una institucionalidad para la protección y la defensa de los derechos de las mujeres. Eso incluye tribunales especializados, la Comisión Nacional de Justicia de Género del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), las fiscalías especializadas y las defensorías.

 

De acuerdo con la funcionaria, el Estado tiene el deber darle el carácter de salud pública al problema de la violencia contra la mujer. Y A su juicio, el Gobierno Nacional no solo lo ha asumido de esa forma, sino que además ha propiciado importantes pasos para la transformación cultural en ese sentido.

 

La reforma de la Ley sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia, promulgada el pasado 25 de noviembre por el presidente Nicolás Maduro, es señalada por Madriz como una de las evidencias de lo antes expuesto.

 

“Creemos que con esta reforma damos un paso para que podamos superar la atrofia en el sistema de administración de justicia”, declaró la Viceministra.

 

Sostuvo que el hecho de que se cree un mecanismo de mayor celeridad y con unos lapsos estipulados, no mayores de 10 días, adelanta significativos cambios. Comentó que la legislación incluso contempla la destitución del funcionario que no emita en el tiempo pertinente la consideración con respecto al caso de violencia.

 

Enfatizó que esto es muy importante para amarrar la resolución de las denuncias de violencia contra las mujeres, ya que “uno de los elementos fundamentales que evaluamos es la cantidad de casos sobreseídos en el país”.

 

SENSIBILIZAR A LOS FUNCIONARIOS
 

Por otra parte, la funcionaria comentó “que hay una atrofia que tenemos que enfrentar desde los propios órganos receptores de denuncias hasta el propio sistema de administración de justicia en su conjunto”.

 

Señaló que es necesario sensibilizar a las funcionarias y funcionarios públicos que reciben las denuncias para que en ese proceso no se produzca una revictimización de la denunciante.

 

“El hecho de recrear una escena de violencia ya es una situación compleja, pero si además es cuestionada en la recepción de la denuncia, la situación se complejiza aún más”, declaró Madriz.

 

La viceministra Rebeca Madriz enfatizó la inclusión de dos nuevas penalidades en la reforma de la Ley sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia.

 

Una de ellas es el femicidio: “La legislación no solo sanciona el homicidio, sino que ahora hay un elemento adicional que castiga la violencia machista en su expresión más cruenta”.

 

Asimismo, dentro de la reforma se considera la inducción al suicidio. En este aspecto opera un fuerte elemento psicológico, “ya que se conduce finalmente a la mujer a que termine con su vida producto de la situación de acoso y maltrato”.

 

Madriz señaló que también se incorpora que el certificado médico ya no es solo el que emite el médico forense, sino que puede ser emitido por galenos del sistema de salud público o privado. El objetivo es que la víctima pueda acceder con celeridad al proceso judicial.

 

A juicio de la viceministra, “esto vuelve a colocar a Venezuela a la vanguardia de la legislación en materia de género”. No obstante, consideró que aún es necesaria toda una adecuación del sistema de justicia.

 

Además planteó que el reglamento de la ley sigue siendo un elemento fundamental para el debate y debe surgir como iniciativa del movimiento de mujeres.

 

(CO)