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Una potente tormenta con fuertes vientos y mucha nieve golpeaba este sábado el este de Estados Unidos, incluida la capital, mientras las autoridades urgían a millones de personas a buscar refugio, advirtiendo que lo peor estaba aún por llegar.

 

Los medios estadounidenses informaron que al menos ocho personas murieron en las últimas horas del viernes por causas relacionadas con la tormenta, que se espera que dure hasta el domingo y que ha sido apodada “Snowzilla” por la prensa.

 

Los meteorólogos advirtieron que la tormenta puede acumular la inusual cantidad de más de 60 centímetros de nieve sobre Washington y las áreas vecinas al final del sábado, y pidieron a los residentes de las zonas afectadas a mantenerse en sus hogares.

 

“Quiero ser muy clara con todos. Vemos esto como una tormenta mayor. Tiene implicaciones de vida o muerte”, declaró la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, a los periodistas.

 

La alerta es válida para una franja de la costa Atlántica estadounidense, desde Washington hasta Nueva York.

 

La tormenta afectaba a unos 85 millones de estadounidenses, una cuarta parte de la población del país, y podría causar daños por más de 1.000 millones de dólares, según funcionarios del servicio meteorológico nacional.

 

El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, que aspira a ganar la nominación presidencial republicana, suspendió su campaña en New Hampshire para supervisar los esfuerzos de emergencia en su estado.

 

Christie suspendió los servicios de autobuses y trenes ligeros en Nueva Jersey desde la madrugada de este sábado, y comenzó a enviar mensajes por Twitter a los residentes para asegurarles que la crisis estaba bajo control.

 

“El mensaje global es que vamos a salir de esta tormenta. Siempre lo hacemos, es la manera en que hacemos las cosas en NJ” (Nueva Jersey), escribió el gobernador, quien ganó notoriedad nacional por su actuación en la emergencia causada por el huracán Sandy, en 2012.

 

Asimismo, varios estados situados más al sur fueron afectados por nevazones y granizos, inusuales en esa región, dejando a miles de personas sin electricidad al menos a 133.000 personas.

 

En Kentucky, cientos de camiones y otros vehículos se quedaron atascados en horas de la noche en las resbaladizas carreteras cubiertas de nieve y hielo.

 

A través de la costa atlántica, nerviosos compradores vaciaron los estantes de los supermercados en anticipación a la tormenta, que fue apodada “Snowzilla” por medios estadounidenses, una mezcla entre “snow” (nieve en inglés) y el nombre del enorme monstruo del cine “Godzilla”.

 

Además, todas las escuelas y oficinas públicas de Washington fueron cerradas.

 

Los fuertes vientos llevaron a la jefa de la policía de Washington, Cathy Lanier, a pedir a los residentes a mantenerse en sus hogares.

 

“Con el creciente viento y la acumulación de nieve, vamos a ver a más y más gente atrapada” en las rutas, dijo Lanier a la cadena CNN.

 

Posponen lucha con bolas de nieve 

 

Miles de vuelos fueron cancelados por la tormenta, mientras las autoridades de Washington tomaron la inusual decisión de suspender los servicios de trenes y buses desde el viernes en la noche hasta el lunes en la mañana.

 

En caso de que las previsiones se confirmen, esta tormenta podría ser casi tan grave como la de 1922, con sus 71 centímetros de nieve y que dejó 100 muertos cuando se derrumbó el techo de un teatro ante el peso de la nieve acumulada.

 

La Policía del Capitolio dijo que había levantado una prohibición de décadas de usar trineos en sus escaleras, pero el edificio del Congreso, los monumentos nacionales y los famosos museos del Instituto Smithsonian permanecían cerrados.

 

Incluso una masiva pelea con bolas de nieve en el vecindario de la Rotonda Dupont en Washington, en la que unas 2.000 personas anunciaron en Facebook que participarían, tuvo que ser postergada del sábado al domingo debido a la ferocidad de la tormenta.

 

La nieve y aguanieve ya afectó a estados del sur, como Arkansas, Tennessee, Kentucky, Carolina del Norte, Virginia Occidental y Virginia.

 

Dieciocho estados de la Unión tienen alerta o aviso de tormenta, informó el canal Weather Channel.

 

Estamos teniendo muchos accidentes”, explicó el gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, a CNN.

 

Esta tormenta que puso fin al que había sido hasta ahora un clemente invierno con temperaturas de 22 grados Celsius en la víspera de Navidad en Nueva York, la más alta desde que comenzaron los registros en 1871.

 

(AFP)

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