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Nixon Moreno, conocido por haber sido dirigente estudiantil y haber tratado de abusar de una oficial de policía en medio de unas manifestaciones en el estado Mérida, volvió a Venezuela tras diez años en el “exilio”.

 

En realidad, Moreno es un prófugo de la justicia venezolana, a quien se le imputaron varios delitos por los que decidió primero pedir asilo en la Nunciatura Apostólica de Mérida y luego huir de territorio venezolano.

 

Ese mismo ciudadano, este lunes 25 de enero compareció ante los medios de comunicación en compañía del diputado de la Mesa de la Unidad Democrática, William Dávila y algunos representantes estudiantiles y políticos de la oposición venezolana.

 

Pero no conforme con esto, Moreno, con descaro, instó al Gobierno nacional a liberar a otros “presos políticos”, algo nada acorde con alguien contra quien pesa un prontuario que incluye acusaciones de homicidio intencional simple en grado de frustración, intimidación pública, actos lascivos violentos y lesiones personales intencionales, genéricas y leves.

 

¿Descaro? Juzgue usted mismo.

 

(LaIguana.TV)