El papa Francisco y el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa Kirill se abrazaron, besaron y posaron para fotos antes de sentarse uno junto al otro para dialogar, la primera reunión de ambos líderes en mil años.

 

Vestidos con sus galas rituales, ambos líderes religiosos se mostraron sonrientes y afables, y se comunicaron mediante sus respectivos traductores durante pocos minutos antes de que la reunión se cerrara para los periodistas.

 

Llamaron a restablecer la unidad del cristianismo y convocaron a la comunidad internacional a tomar «medidas inmediatas» para proteger a los cristianos en Medio Oriente.

 

«Lamentamos la pérdida de la unidad» y «conscientes de muchos obstáculos que hay que superar, esperamos que nuestro encuentro contribuya a la obtención de la unidad», señalaron Francisco y Kirill en una declaración conjunta, divulgada al término de la reunión, en la que también llamaron «a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para evitar un mayor desplazamiento de los cristianos de Oriente medio».

 

El papa, quien ya visitó Cuba hace solo cinco meses, en septiembre pasado y tuvo un papel de facilitador en el deshielo entre la isla y Washington en diciembre de 2014, estará solo unas horas en la capital caribeña antes de seguir hacia México.

 

Kirill, arribó a la isla en la víspera, para una visita oficial a la isla que también lo llevará hacia varios países de Sudamérica.

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(AP)