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El expresidente y líder brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, destacó que la manifestación realizada este viernes en el país, en apoyo a su persona y a la presidenta Dilma Rousseff, es una lección de democracia para aquellos que pretenden desestimar la voluntad del poder popular. 

 

«Yo pensé que nada fuese a emocionarme más. Lo que ustedes están haciendo hoy será una lección para aquellos que no creen en la democracia brasileña, para aquellos que nos tratan como ciudadanos y ciudadanas de segunda clase», dijo Lula Da Silva, citado por Telesur, desde la avenida Paulist de Sao Paulo en la que se congregaron miles de personas en defensa de la democracia. 

 

Ante la multitud, Da Silva indicó que para la construcción de una verdadera democracia, es necesario el «convivir con la diversidad», así como señaló que movilizaciones de este tipo son necesarias para consolidar países libres y soberanos. 

 

«Nací en la vida protestando. Pero sepan que estas personas de acá son las que producen día a día el pan», recalcó el exmandatario brasileño al tiempo que agradeció el apoyo brindado por el pueblo de su país desde los inicios de la campaña desestabilizadora en su contra y la reactivación del golpe de Estado en contra de la actual mandataria de la nación suramericana.  

 

Tanto Rousseff como Lula da Silva enfrentan actualmente una campaña de desprestigio por parte de sectores opositores, que intentan vincularlos con el fraude masivo en Petrobras, como parte de una operación de golpe de Estado impulsada por sectores de derecha enquistados en el Poder Judicial brasileño.

 

«Las personas que están aquí saben el valor de la democracia. La bandera verde amarilla está en nuestra conciencia, en nuestro corazón», expresó Da Silva, citado en la nota. 

 

Por el caso Petrobras pesa sobre Rousseff la posibilidad del impeachment, con el cual se le intenta destituir por la vía del Congreso, como ocurrió con el expresidente de Paraguay, Fernando Lugo.

Por su parte, Lula fue objeto de una detención arbitraria el pasado 4 de marzo, cuando al menos 200 efectivos de la Policía Federal de Brasil allanaron su casa, la de uno de sus hijos y la sede del instituto que lleva su nombre.Esta operación se desarrolló a pesar de que el Tribunal Supremo Federal (TSF) de esta nación había emitido una sentencia en la que descartó la necesidad de llamar a Lula a declarar por el caso Petrobras, ante la presentación, por parte de su defensa, de un escrito con las alegaciones en torno a la investigación en la que había sido implicado.

 

No conforme con esto, el Ministerio Público de Brasil dictó una medida de privación de libertad contra el expresidente por supuestos manejos irregulares.

 

Este jueves, Rousseff nombró a Lula da Silva como ministro de la Casa Civil y, acto seguido, un juez federal de Brasil emitió una medida cautelar para anular la toma de posesión del exmandatario con el objetivo de que siga el proceso judicial en su contra.

 

No obstante, este viernes un tribunal de Río de Janeiro anuló esta medida, lo que le permite al exmandatario Lula da Silva volver a ejercer el cargo de ministro.

 

(AVN)