Desde que las cámaras de seguridad del aeropuerto de Zaventem de Bruselas captaran su imagen el pasado martes, el día de los atentados, el misterioso ‘hombre del sombrero’ se había convertido en el tipo más buscado de toda Bélgica. Con barba y un gorro bien calado sobre la cabeza, se le veía caminando en compañía de otras dos personas: Najim Laachraoui e Ibrahim Bakraoui, quienes poco después de que el circuito cerrado de televisión les grabara se hacían saltar por los aires delante de los mostradores de check in del aeropuerto, en unos atentados que le han costado la vida a más de 30 personas y heridas graves a otras 80. Y las víctimas aún podían haber sido más, si hubiese estallado la bolsa que ese ‘hombre del sombrero’ dejó en el fondo delhall y que iba cargada de potentes explosivos.

 

Ahora, por fin, ese tercer implicado en los atentados de Bruselas ya tiene identidad. El ‘hombre del sombrero’ responde al nombre de Faycal Cheffou, es un periodistafreelance y se encuentra en manos de las fuerzas de seguridad belgas desde hace dos días, cuando el jueves fue detenido en su vivienda de Molenbeek, el barrio de Bruselas conocido por ser de un nido de yihadistas. Fuentes de la policía han confirmado su identidad, adelantada por el diario Le Soir y en la que ha jugado un papel clave el taxista que llevó al comando suicida al aeropuerto, y quien no tenía ninguna duda al respecto: el tercer hombre era él. Un testimonio avalado también por el retrato robot realizado en base a las pistas apostadas por los supervivientes de los atentados. El juez encargado de la investigación de los atentados ha confirmado hoy la detención de Fayçal Cheffou, bajo la acusación de participar en actividades terroristas en relación con los ataques del martes.

 

El activista mediático

Fayçal Cheffou, el ‘hombre del sombrero’, era reportero freelance o, según otra definición, una especie de activista mediático. El 21 de julio de 2014 colgó por ejemplo en YouTube un vídeo reportaje en el que denunciaba los presuntos malos tratos que sufrían los inmigrantes ‘sin papeles’ musulmanes detenidos en el centro de Steenokkerzeel, un localidad a pocos kilómetros al este de Bruselas. En el reportaje se ve a Cheffou micrófono en mano a la entrada del centro, mientras se escuchan de fondo los gritos de algunos internos. El periodista explica entonces que los chillidos salen de la garganta de los detenidos musulmanes, que protestan de ese modo porque les»privan de comida». El periodista revela que en el centro se sirven tres comidas al día, última de ellas -la cena- a las 19.00 horas, demasiado pronto para que la puedan ingerir los musulmanes que siguen el Ramadán, que impone mantener ayuno desde el amanecer hasta la puesta de sol. Y en ese momento, a decir de Cheffou, el sol no se ocultaba hasta las 22.00 horas, cuando las bandejas con la comida ya habían sido retiradas, por lo que los internos musulmanes se quedaban sin comer. El reportero no dudaba en calificar la situación como «una violación de los derechos humanos».

 

Pero, sobre todo, el ‘hombre del sombrero’ era un tipo ampliamente conocido por las fuerzas de seguridad belgas, acusado varias veces de encubrimiento, asociación para delinquir y hasta de homicidio. Su hermano Karin ya fue abatido en 2002 tiros por los agentes que registraban su casa en Schaerbek en busca de los autores de un robo. En la vivienda encontraron una bolsa repleta de granadas y varias ametralladoras.Un año después de aquello, en 2003, durante una velada en casa de un amigo en la que se encontraba el ‘hombre del sombrero’, uno de los asistentes cogió una pistola y, pensando que no estaba cargada, apunto en plan broma a la cabeza de unos de los invitados y disparó. Pero el arma estaba cargada. Fayçal Cheffou fue interrogado al respecto, y también tuvo que dar explicaciones respecto al pasamontañas, las esposas y los uniformes que fueron hallados en su cocina y que habían sido robados de la comisaría de policía de Molenbeek.

 

(elmundo.es)

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