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Hristo Stoichkov es uno de los jugadores más recordados del temible Barcelona de los 90 que dominó la liga por cuatro temporadas seguidas y se adjudicó su primera copa de Europa. Stoichkov era un delantero habilidoso pero agresivo, con una técnica cuidada y disparos certeros que producían la admiración de muchos. Pero ahora, 13 años después de su retiro, los disparos del búlgaro volvieron a acaparar titulares, pero no precisamente en el campo de fútbol.

 

Unas imágenes que datan del 2009, en las que se muestra al ‘Pistolero’ orgulloso posando con antílopes, jirafas y cebras muertas, fueron difundidas y causaron la indignación popular.

 

Stoichkov ya había revelado en el 2011 que una de sus grandes aficiones era la caza de animales. En una entrevista concedida a un portal para aficionados de la cacería, el delantero búlgaro precisó que la caza le ayudaba a no perder su forma física y que la consideraba un deporte más.

 

Y si las fotos del futbolista provocaron una oleada de indignación en las redes sociales, sus declaraciones posteriores revolvieron aún más la polémica. Stoichkov redactó un comunicado en el que afirmaba ser parte de la “lucha por preservar el medio ambiente, la fauna y las especies en peligro de desaparición”.

 

También se defendió replicando que “las reservas de caza en África contribuyen de forma vital al bienestar económico de la gente en ese precioso rincón del mundo”.

 

Por último, concluyó con una respuesta a los que le criticaron sus acciones en África: “Para todos aquellos furiosos por el hecho de que yo hubiera matado un jabalí: ¿os mostráis igual de furiosos cuando veis a alguien comer una salchicha en la calle? Esta pregunta merece respuesta también”.

 

Colectivos animalistas de Bulgaria repudiaron los comentarios del que es considerado la mayor gloria futbolística de ese país. Stella Reicheva, directora de la fundación Rescate Animal, comunicó su indignación por las polémicas fotos del futbolsita. “Respeto a Hristo Stoichkov, lo admiro como jugador. Para nosotros él es realmente una leyenda, no dio momentos de felicidad y orgullo. Pero lo que hizo en África es triste, bárbaro», dijo la animalista.

 

Pero parece que las innumerables críticas que le han llovido le tienen sin cuidado al delantero húngaro. “No debo explicaciones a nadie por mi hobby”, declaró.

 

(semana.com)

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