El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, parece haber leído muy detalladamente “El Príncipe” de Nicolás Maquieavelo, obra en la que se recomienda a aquél que quiere acumular poder fingir lo que sea con tal de lograr su fin.
En este caso, Ramos Allup quiere aparecer como un creyente profundo del catolicismo, y en una imagen que ha circulado en redes -cual show- el diputado opositor se muestra como un constricto feligrés, como si estuviese orando.
La fe no está negada para nadie, pero habría que preguntarse qué necesidad tiene un político de hacerse ver como un fiel creyente. ¿Show? ¿Devoción? Juzgue usted mismo.
(LaIguana.TV)
