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Ramón Fonseca Mora, socio de la firma, dijo que la compañía tiene 40 años de ejercicio legal y que tras haber creado 240.000 estructuras jurídicas en ese período, no ha enfrentado acusaciones formales ni condenas por ningún delito, porque su labor es legal y no se asocia con la actividad de sus clientes.

 

Fonseca Mora, ligado al partido de Gobierno en Panamá, aseguró que el “99 %” de sus clientes son intermediarios que revenden los productos de Mossack Fonseca a sus clientes finales, muchos de estos supuestamente involucrados en los delitos revelados por la filtración.

 

“En esta trama han intentado hacer ver que los clientes finales, los actos finales, fueron fraguados por nosotros, lo cual es sumamente injusto, y diría yo, hasta ilegal”, sostuvo.

 

Para el abogado, quien es ministro consejero de la Presidencia de Panamá aunque el mes pasado pidió una licencia por un año, es altamente probable que de las miles de estructuras jurídicas creadas por el bufete alguna termine en sucesos delictivos.

 

“Si un carro atropella a una persona, la fábrica del carro no es culpable”, ejemplificó.

 

Fonseca Mora pidió en marzo una licencia al presidente, Juan Carlos Varela, para defender a la firma de las acusaciones que la ligan a la trama de corrupción en la estatal brasileña Petrobras.

 

El caso de Brasil es solo uno de los tantos que salpica ahora a esta firma. La filtración de sus archivos revela que ha prestado sus servicios a clientes de destinos tan diversos como Reino Unido, España, Rusia, Siria y Nigeria.

 

El presidente argentino, Mauricio Macri; el primer ministro islandés, Sigmundur Davíð Gunnlaugsson; un asistente del presidente ruso Vladimir Putin y primos del presidente sirio Bashar al-Assad aparecen en una lista de 140 políticos de 50 países del mundo vinculados a 21 paraísos fiscales, según la información del citado consorcio de periodistas que recibió la filtración.

 

(EFE)

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