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En declaraciones ofrecidas a “El Nuevo Herald” de este viernes, el exembajador de Venezuela ante las Naciones Unidas y acérrimo ultraderechista, Diego Arria, señaló que si bien la oposición tuvo una destacada victoria en los comicios electorales del 6 de diciembre, la reacción poco determinada de la bancada de derecha frente a la destitución de tres de sus diputados dejó en evidencia lo carente de su capacidad de resistencia.

 

Sentenciada a muerte

 

Establecido el precedente y en pie de lucha para impedir la ejecución de una ley de amnistía que rebautiza como “Ley de Amnesia Criminal”, el Gobierno, en palabras de Arria, se propone llevar a cabo “la sentencia de muerte de la Asamblea Nacional” eliminando así toda posibilidad de cambio por la vía institucional y democrática. ¿La solución? Arria parece sumarse al editorial del “Washington Post” y propone activar la Carta Democrática Interamericana, un mecanismo que puede suspender temporalmente a un Estado Miembro de la OEA en caso de comprobarse una ruptura del proceso político institucional democrático.

 

De aplicarse esta medida, tan conveniente para la moral opositora, el rango de acción del Gobierno se vería aislado a nivel internacional, lo cual acabaría por afectar también su gestión administrativa.

 

(LaIguana.TV)