Con el golpe de Estado bajo la figura de juicio político en contra de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se busca establecer en ese país un Gobierno de hipócritas profundamente antidemocrático, corrupto y con perspectivas de políticas muy inciertas para el país.

 

Así lo aseguró a teleSUR el secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), Pablo Gentili, quien afirmó que un eventual gobierno del actual vicepresidente Michel Temer enfrentaría resistencias muy activas por parte de las organizaciones populares, de trabajadores y de estudiantes.

 

Los riesgos que vendrán si Temer asume el poder no dejan de ser preocupantes, incluso para los sectores económicos de Brasil, que al parecer descubrieron (ingenuamente) que este juicio político es un proceso desestabilizador en contra de un Gobierno democrático. 

 

Sobre la votación este lunes en el Senado Federal para la conformación de la comisión especial encargada de examinar el pedido de juicio político, Gentili comentó que nadie tiene una idea muy clara de los votos exactos que se darán a favor o en contra, porque las diversas movilizaciones y manifestaciones nacionales e internacionales en contra del proceso y en respaldo a Rousseff podrían tener influencia en la decisión que tomen los senadores.

 

“Un Puente para el Futuro” es el nombre del programa en el que se contempla una serie de cambios como la privatización de Petrobras, nuevas metas fiscales y una ley que fije techos en el uso de los recursos públicos. 

 

Algo similar ocurrió antes de la votación en la Cámara de Diputados cuando previamente se difundió un audio en el que el vicepresidente también daba por hecho que el Parlamento aprobaría el juicio legislativo con miras a la destitución de Rousseff y cuáles serían sus acciones al asumir la jefatura brasileña.

 

En contexto

 

La presidenta Dilma Rousseff enfrenta un golpe de Estado bajo la figura de juicio político, según denuncian diversos sectores de Brasil.

 

Sería sustituida por el actual vicepresidente Michel Temer, quien rompió alianza con el Partido de los Trabajadores (PT) y contra quien pesa también un pedido de proceso de juicio político.

 

El pueblo brasileño se ha activado en diversas movilizaciones en «defensa de la democracia», no solo en apoyo a la actual mandataria, sino al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien también se enfrenta a la posibilidad de un juicio político por supuestos casos de corrupción.

 

(teleSUR)

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