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El Balance 2014 publicado por Reporteros sin Fronteras muestra que, a pesar de que hubo un ligero descenso en el número de periodistas asesinados en el ejercicio de sus labores, la violencia se ha transformado: cada vez se instrumentalizan más las agresiones contra los reporteros (decapitación, difusión de videos, amenazas). Los asesinatos se cometen con mayor barbarie y los  secuestros aumentan considerablemente con el objetivo, de quienes los perpetran, de impedir que exista una información independiente y de disuadir las miradas exteriores. Las intimidaciones son tan diversas, que el número de periodistas que debieron optar por el exilio se duplicó respecto al año pasado.

 

Desde 1995 Reporteros sin Fronteras publica cada año el Balance anual de los ataques cometidos contra periodistas. Éste, se basa en datos precisos, recabados gracias a la labor de vigilancia de nuestra organización.

 

En estas estadísticas se incluye a todos periodistas –realicen esta tarea como una profesión o no– que murieron en el desempeño de su trabajo informativo. Los casos en los que la organización no pudo reunir todos los elementos necesarios para confirmarlos con rigor siguen siendo investigados.

 

La decapitación de periodistas en 2014 muestra la magnitud de la violencia que se ejerce contra los testigos molestos. Pocas veces el asesinato de reporteros con fines de propaganda había sido perpetrado con tanta barbarie. Más allá de estos actos que causaron conmoción en todo el mundo, en 2014 fueron asesinados 66 periodistas profesionales en el ejercicio de sus labores, lo que representa un ligero descenso: 7% respecto al año pasado. Dos tercios de ellos fallecieron en zonas de conflicto, como Siria (que reafirma su lugar como el país más mortífero para los periodistas), los territorios palestinos (en particular en Gaza), el este de Ucrania, Irak y Libia. Pueden observarse dos fenómenos importantes: en primer lugar, el descenso de asesinatos de periodistas en países “en paz”, como India y Filipinas. Por el contrario, es importante subrayar el aumento de asesinatos de mujeres periodistas (+100%) este año: seis casos frente a los tres registrados el año pasado. Las periodistas perdieron la vida en República Centroafricana, Irak, Egipto, Afganistán y Filipinas. En México también fue asesinada una netciudadana que había sido secuestrada por hombres armados.

 

CINCO ATAQUES QUE MARCARON

 

Raad Azaoui

 

El periodista iraquí Raad Mohamed Al-Azaoui fue asesinado en público el 10 de octubre de 2014 en la ciudad asediada de Samarra por el grupo armado Estado Islámico (EI). Por haberse negado a colaborar con los yihadistas, que sólo toleran a los reporteros sumisos o muertos, este camarógrafo del canal Sama Salah Aldeen TV, fue asesinado junto con su hermano y otros dos civiles. Padre de familia de 36 años de edad, había sido secuestrado un mes antes, junto a una veintena de iraquíes.

 

Desde el inicio, la organización islamista anunció su intención de ejecutarlo.

 

Raef Badawi

 

Raef Badawi, netciudadano que recibió el Premio RSF 2014 por la Libertad de Prensa (en la categoría Netciudadano), se encuentra en prisión desde 2012 por “insulto al islam”. En septiembre de 2014 la Corte de Apelaciones de Riad condenó a este joven de 30 años de edad, padre de tres hijos, a diez años de prisión, a recibir 1.000 latigazos y a pagar una cuantiosa multa por haber difundido ideas liberales en el sitio web Liberal Saudi Network. Frente a esta sentencia inhumana, contraria a derecho internacional, RSF lanzó una petición, en la que se exhorta al rey de Arabia Saudita a indultar a Raef Badawi.

 

 

 

James Foley

 

El 19 de agosto de 2014 el grupo armado Estado Islámico difundió un video aterrador en el que mostraba la decapitación de uno de sus rehenes, el periodista estadounidense James Foley, de 40 años de edad, gran reportero que trabajaba para el sitio web informativo GlobalPost y la Agence France Presse (AFP). En esta puesta en escena insostenible difundida por Internet, con la que se quería presionar al gobierno de Estados Unidos, se amenazó con que uno de los colegas de Foley correría la misma suerte. Exactamente dos semanas después, el grupo yihadista asesinó al otro periodista siguiendo el mismo procedimiento. Steven Sotloff se encontraba secuestrado en Siria desde el verano de 2013.

 

Khadija Ismaïlova

 

Khadija Ismailova, conocida por sus investigaciones a profundidad sobre la corrupción en las más altas esferas del Estado de Azerbaiyán, se encuentra encarcelada desde el 5 de diciembre de 2014. Aunque presentía que la detendrían, nada la hizo desistir de su trabajo periodístico de investigación, símbolo de la libertad de prensa, ni dejar el país por el que lucha desde hace años con un valor y una tenacidad difíciles de encontrar.

 

Sus investigaciones y su labor de defensa de los derechos humanos la convirtieron en blanco directo de las autoridades. En 2012 y 2013 fue víctima de una campaña de calumnias y de chantajes a través de videos (sextape). Las presiones se intensificaron en 2014: acusaron a Khadija Ismailova de espionaje y de difamación; interpelada, se le impidió salir del país. Finalmente fue arrestada por la absurda acusación de haber “empujado” al suicidio a un excolaborador. Por este único cargo corre el riesgo de purgar una pena de tres a siete años de prisión.

 

Gao Yu

 

Gao Yu, renombrada periodista china de 70 años de edad, fue acusada de divulgar secretos de Estado al medio de comunicación alemán Deutsche Welle. Durante la primera audiencia de su proceso, que se abrió el 21 de noviembre de 2014 en Pequín, la periodista se declaró inocente, recusando así las confesiones que le hicieron pronunciar cuando fue detenida, en mayo pasado, y que luego fueron difundidas por el canal CCTV News. Gao Yu, quien en 1997 se convirtió en la primera periodista en recibir el Premio Mundial de la Libertad de Prensa de la Unesco y quien ya lleva siete años detenida, corre el riesgo, si se reconoce que es culpable, de una pena máxima de 15 años de prisión.

 

El número de periodistas secuestrados (liberados, asesinados o que siguen prisioneros) registra una fuerte alza este año. En 2014, 119 periodistas profesionales fueron secuestrados en el mundo, frente a los 87 registrados el año pasado, es decir, hubo un aumento de 30%. Los secuestros fueron particularmente numerosos en la zona de Oriente Medio-África del Norte. Este año fueron secuestrados 29 periodistas en Libia y 27 en Siria.

 

En Irak, la cifra asciende a 20. Una tendencia que se explica sobre todo por la ofensiva del grupo armado Estado Islámico en la región, así como por la inseguridad que reina en Libia, donde los conflictos armados entre milicias rivales no cesan. Este año fueron secuestrados numerosos periodistas en Ucrania, principalmente en el este del país, donde el conflicto continúa pese al alto al fuego decretado en septiembre pasado en la región. A la fecha, 40 periodistas y tres periodistas-ciudadanos se encuentran secuestrados en el mundo. Los periodistas locales son los más afectados: representan cerca de 90% de los secuestrados.

 

En Siria, de los 22 periodistas que aún se encuentran en manos de grupos armados, 16 son sirios. En Irak, los ocho que aún están secuestrados son de nacionalidad iraquí.

 

ZONAS MÁS PELIGROSAS 2014

 

Territorios bajo el control del grupo Estado Islámico (Irak y Siria)

 

En las zonas asediadas de Irak y Siria, los yihadistas del grupo armado Estado Islámico ejercen un sangriento control de la información. Los periodistas son personalmente fichados, perseguidos, secuestrados y asesinados. Este clima de terror ha engendrado el fenómeno de “hoyos negros de la información”, como sucede en Mosul (noroeste de Bagdad), donde la mayoría de los periodistas huyó de la ciudad por miedo a represalias. En la provincia siria Deir Ezzor, el grupo armado impuso once reglas a los periodistas, en particular la de jurar lealtad al califa Abu Bakr al-Baghdadi.

 

Este de Libia

 

«Te vamos a cortar los dedos si sigues escribiendo”. Este es el tipo de amenazas que enfrentan constantemente los periodistas en el este de Libia. Mientras que cada día el país se hunde un poco más en el caos, las milicias rivales libran una guerra en la que se elimina a los testigos con toda impunidad. En cinco meses, tres periodistas han sido asesinados en plena calle; el más joven tenía 18 años. Otros nueve fueron secuestrados. Hemos dejado de contar a aquellos que fueron detenidos o amenazados. Llevar una cámara o una acreditación prensa es muestra de valentía.

 

Baluchistán (Paquistán)

 

Baluchistán, la provincia más grande de Paquistán y también la más pobre, es continuamente escenario de enfrentamientos violentos entre las fuerzas de seguridad y los grupos armados baluchis. Los periodistas que trabajan en la provincia son atacados por esos dos “predadores de la libertad de prensa”. A los constantes ataques de los islamistas o de los talibanes se suman las represalias de los grupos separatistas, así como la vigilancia y las detenciones llevadas a cabo por los militares. Los violentos enfrentamientos que sacuden la provincia desde 2004 forman parte de la vida cotidiana de los pocos reporteros que aún trabajan en la región.

 

Regiones de Donetsk y lugansk (Ucrania)

 

Desde el inicio del conflicto armado, en abril de 2014, una parte de las regiones de Donetsk y Lugansk se ha convertido en zona gris. Los combates, que costaron la vida a seis periodistas entre mayo y agosto, parecen ahora menos intensos; las detenciones arbitrarias y los secuestros son menos sistemáticos. Sin embargo, estas regiones, plagadas de checkpoints y transitadas por escuadras de hombres armados no identificados, siguen siendo igual de peligrosas. Los reporteros, a quienes se considera sospechosos y se incita a sumarse a la causa de los beligerantes, trabajan en medio de un clima de arbitrariedad y de amenazas incesantes. Los que corren mayor peligro siguen siendo los periodistas locales: saquean sus oficinas, los intimidan, censuran…

 

Departamento de Antioquia (Colombia)

 

En el departamento de Antioquia (noroeste de Colombia), informar es una labor de alto riesgo, en especial si se investigan temas como la corrupción o el crimen organizado. Bandas criminales paramilitares siembran el terror, a veces en complicidad con las autoridades locales. Estos grupos no dudan en difundir listas negras en las que aparecen los nombres de periodistas a asesinar. Amenazas, agresiones y homicidios se multiplican en medio de un clima de casi total impunidad. El 12 de agosto pasado fue asesinado el periodista Luis Carlos Cervantes, tan sólo dos semanas después de que le retiraran la escolta policíaca que le habían asignado.

 

178 PERIODISTAS ENCARCELADOS

 

El 8 de diciembre de 2014 un total de 178 periodistas se encontraban tras las rejas en diversos países debido a su labor profesional. También 178 periodistas-ciudadanos se encontraban encarcelados, casualmente la misma cifra. Pero los países más represivos no son siempre los mismos, depende de si se trata de periodistas profesionales o amateurs. China está a la cabeza en las dos categorías: 17% de los periodistas profesionales  encarcelados se encuentran en este país, mientras que esta cifra asciende a 44% si se trata de periodistas-ciudadanos. Al igual que en 2013, Eritrea, Irán y Siria forman parte de las prisiones más grandes del mundo para los periodistas. Egipto, bajo el régimen autoritario del presidente Al-Sissi, se ubica en 4º lugar, con 9% de los periodistas encarcelados. Por otra parte, se encarcela más a los periodistas-ciudadanos en Vietnam –esto se explica por el dinamismo de las redes sociales, principales fuentes de información frente a una prensa tradicional independiente casi inexistente– y en Arabia Saudita, donde la ley de cibercriminalidad amenaza a toda voz disidente.

 

139 PERIODISTAS EXILIADOS

 

En el año 2014, 139 periodistas profesionales y 20 periodistas-ciudadanos se pusieron en contacto con Reporteros sin Fronteras (RSF) cuando huían de su país. El 2013 RSF registró que 77 periodistas profesionales o amateurs se vieron obligados a partir de su país debido a sus labores informativas.

 

Estas cifras muestran que el número de periodistas que recurrieron al exilio aumentó más de 100% en 2014, respecto al año pasado. Como a menudo se refugian en países vecinos al suyo, muchos de estos periodistas siguen temiendo por su seguridad. Las milicias o los esbirros de los regímenes de los que intentan huir atraviesan a veces las fronteras tras sus pistas.

 

Frente al caos y a las amenazas de muerte, 43 libios y 37 sirios optaron por el exilio en 2014. La represión que padece toda la prensa privada en Etiopía empujó a 31 periodistas a dejar el país.

 

Frente al riesgo de ser arrestados por las autoridades de un país que se ha convertido en la mayor prisión del continente europeo para los periodistas, seis profesionales de la información de Azerbaiyán hicieron lo mismo en estos últimos meses. Seis de ellos recibieron ayuda de Reporteros sin Fronteras. La hemorragia también continúa en Irán y Eritrea, países que desgraciadamente siguen en los últimos lugares de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras.

 

853 PERIODISTAS DETENIDOS

 

Evidentemente, las interpelaciones y las detenciones son ataques a la libertad de información cuya gravedad no puede compararse a la de los asesinatos o secuestros prolongados. No obstante, éstas constituyen obstáculos para su trabajo y, en ocasiones, intimidaciones violentas, inadmisibles. En 2014 por lo menos 853 periodistas profesionales fueron detenidos, lo que representa un ligero aumento: 3%, respecto al año pasado. En Ucrania las autoridades y los rebeldes multiplicaron los controles agresivos en las zonas de combate, detenían a periodistas con violencia, horas después los dejaban en libertad sin darles ninguna explicación. A miles de kilómetros de distancia, en Egipto, 46 periodistas fueron detenidos este año con el pretexto de su supuesta cercanía a los hermanos musulmanes, acusándolos de ataques a la unidad nacional o de incitar a las revueltas y a la violencia. La política represiva del presidente Al-Sissi consiguió instaurar un régimen de propaganda que la situación política no justifica.

 

1846 PERIODISTAS AMENAZADOS/ AGREDIDOS

 

Este año diversos países fueron escenario de manifestaciones, en ocasiones muy violentas, en las que numerosos periodistas fueron agredidos, incluso golpeados por los manifestantes o las fuerzas del orden. En Venezuela, 62% de las agresiones a periodistas durante las protestas masivas fueron cometidas por la Guardia Nacional Bolivariana. En Turquía, a un año de las manifestaciones en el parque Gezi, los actos violentos cometidos por la policía permanecen la impunidad, lo que no hace sino alentar nuevas aberraciones: los periodistas siguen pagando cara su labor, padecen el uso desproporcionado de la fuerza por parte de la policía, al margen de las manifestaciones. La cifra de las agresiones registradas en Ucrania, inigualable, se explica esencialmente por los actos de violencia de la policía contra periodistas que cubrían los acontecimientos en la plaza Maidán en enero y febrero. Después, la violencia se desplazó a Crimea y al este del país, donde unos cincuenta periodistas fueron agredidos. En lo que se refiere al Partido Comunista de China, éste no duda en recurrir a policías “gánsters” vestidos de civil para impedir que los periodistas cubran las manifestaciones. Esta violencia verbal y física se exporta peligrosamente a Hong Kong.

 

A estas agresiones se suman las numerosas amenazas que padecen los periodistas y cuyos autores pueden ser, tanto oficiales en el poder, como actores no gubernamentales (crimen organizado, milicias privadas, miembros de organizaciones religiosas).

 

(Periodistas sin fronteras)

 

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(Gráficos REPORTEROS SIN FRONTERAS por la libertad de información)