Más de 20 comunidades de los pueblos Ye’kwana-Sanema y Pemón de la cuenca del río Caura emitieron un comunicado en contra del proyecto del Arco Minero «¡La vida vale, más que el oro!» es su consigna.

 

«Sabemos que el estado está en una emergencia, pero (…) no podemos pagar las consecuencias del estado» dijo uno de los representantes indígenas en la décima asamblea ordinaria de la organización Kuyujani, al final emitieron un comunicado rechazando «definitivamente la implementación del arco minero» en sus territorios y hábitats.

 

«Para los pueblos antes mencionados consideramos que el Arco Minero es una violación de nuestro derecho legítimo a la salud y a un territorio seguro, propio y con calidad de vida», reza el comunicado de rechazo a la explotación del Arco Minero del Orinoco anunciado por el gobierno venezolano en febrero de este año para «diversificar la economía».

 

Según el comunicado de las organizaciones indígenas los resultados de estudios científicos del año 2010 y 2011 reportan el impacto ambiental en sus territorios «incluyendo el incremento de contaminantes químicos y sedimentos en suspensión en el río Yuruani y en el río Caura, así como bio- acumulación de mercurio en tejido muscular de los principales peces de consumo masivo por parte de nuestras comunidades indígenas, especialmente en niños, niñas y adultos mayores».

 

Pero la contaminación no afecta solamente a los peces. En la investigación realizada en el 2011 en conjunto con la organización indígena Kuyujani confirman la «bio-acumulación de mercurio en tejido humano (cabellos) en miembros de las comunidades indígenas Ye ́kwana y Sanema de la cuenca del río Caura».

 

«Todavía estamos en tiempo de colonización, me siento así», dijo un representante indígena en medio de la asamblea, al tiempo que resalta la importancia de la cuenca del río Caura, hasta hace poco considerada una cuenca virgen.

 

La cuenca del río Caura incluye áreas bajo régimen de protección «tiene en su ordenamiento territorial vigente diversas Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE) incluyendo el Parque Nacional Jaua-Sarisariñama, Reserva Forestal El Caura, Monumentos Naturales Ichún-Guanacoco, Cerro Guiquinima y Zona Protectora Sur del estado Bolívar, los cuales consagran la protección y salvaguarda de los bosques, recursos hídricos, suelos agrícolas y demás recursos de la biodiversidad, regulando para ello el uso y aprovechamiento bajo normas de manejo con fines de desarrollo sustentable de las poblaciones autóctonas, indígenas y de la nación venezolana, prohibiendo taxativamente la actividad minera», recuerda el comunicado firmado por organizaciones indígenas.

 

La organización agrega que el proyecto contraviene la constitución y acuerdos internacionales, además que atenta con la relación ambiente-cultura-vida que ancestralmente han mantenido los pueblos indígenas con sus tierras.

 

«Las culturas Ye ́kwana y Sanema dependen de los bosques, caños y demás ecosistemas y recursos naturales de la cuenca del río Caura para poder seguir existiendo, y como consecuencia de la actividad de minería ilegal en nuestro territorio se han dado los primeros impactos ambientales y de salud humana que constituyen pasos tempranos de un proceso que a nivel internacional se tipifica como etnogenocidio, el cual estamos a tiempo todavía de evitar», aseguran.

 

«La conservación de los recursos naturales del territorio ancestral son fuente de alimentación y necesidades vitales manejadas desde nuestro origen, los cuales están en grave peligro por la presencia de la minería ilegal y el decreto del arco Minero del Orinoco», denuncian los representantes de las 20 comunidades indígenas.

 

Para el pueblo Ye ́kwana y Sanema conservar la tierra es también la garantía para mantener su cultura, «Yaajö Sawedi, nos dijo que cuidáramos a Atukaadoda (hierro), Adeumoiyana (agua), Enuujukuñamana (aire) como él los cuidó. Las tierra es fundamental para el pueblo Ye ́kwana y Sanema, donde nace nuestro patrimonio cultural: educación propia, la cultura y garantiza nuestra seguridad alimentaria, la de nuestros hijos y futuras generaciones».

 

«Es el deseo expreso de esta XX Asamblea General Ordinaria de la Organización Kuyujani no al ARCO MINERO SI AL ¡BUEN VIVIR! en los territorios indígenas, solicitamos actuar conforme al marco legal previsto en la Constitución, las leyes, convenios, pactos y tratados de la República Bolivariana de Venezuela, y en consecuencia exigimos que mediante la presente, el Alto Mando Militar y la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela también cumplan con sus obligaciones según dictan las leyes» exige el comunicado.

 

Asimismo exigen la presencia de la ministra del poder popular para los pueblos indígenas, una respuesta por parte del gobierno nacional a su planteamiento y la entrega del título colectivo del territorio Ye’kuana y Sanema del Caura.

 

(Radio Noticias Venezuela)

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