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Familiares y víctimas de las guarimbas asistieron este miércoles a una misa navideña en la Iglesia de San Francisco, en Caracas.

 

En la misa, también estuvieron presentes el vicepresidente de la República, Jorge Arreaza; el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez; la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz; la ministra para la Comunicación y la Información, Jacqueline Faria; el jefe de Gobierno de Distrito Capital, Ernesto Villegas y otras autoridades del Estado.

 

El padre Numa Molina, rector de la Iglesia San Francisco, quien ofició la misa, oró por la permanencia de la paz nacional, que fue perturbada a principios de año con las acciones violentas que la derecha extrema emprendió en todo el país, lo que dejó más de 40 personas muertas.

 

“Pedimos por el propósito de enmendar la vida, para nunca más recurrir a la muerte como modo de dilucidar nuestros problemas como país. Guarimbas nunca más, violencia y muerte nunca más, fuera la pesadilla del año 2014 para todas y todos los venezolanos. Esta reflexión vale también para aquellos asesinos que en las calles y caminos ejercen la violencia cada día, dejando tantos hogares enlutados”, expresó.

 

Igualmente, instó al pueblo venezolano y a las autoridades del Estado a honrar la Constitución de la República garantizando la voluntad de la mayoría.

 

“No podemos pactar con ningún proceso que trunque la vida o que sea contrario a nuestro proyecto de patria por el que la inmensa mayoría de los venezolanos estamos apostando. Apostemos la paz y la unión familiar en 2015 (…) Que renazca tu pueblo señor al conmemorar el nacimiento de tu hijo”, pidió.

 

Los familiares y víctimas de la guarimba realizaron peticiones por la consolidación de la paz nacional, rogaron por paz para las familias que enfrentan el fin de año con la tristeza de haber perdido a un ser querido, encomendaron a Dios a los gobernantes de América Latina y el Caribe y, en especial, rezaron por el presidente Nicolás Maduro.

 

“Ilumínalo de modo que con fortaleza y sabiduría siga guiando con justicia, paz y equidad los destinos de nuestra patria”, pidieron.

 

Además, recordaron a Hugo Chávez pidiendo “que su sueño de patria sea inspiración para seguir luchando” y encomendaron capacidades y talentos del pueblo a Dios para “que no los regalemos a poderes extranjeros y los pongamos a producir aquí, y así alcanzar en abundancia los bienes que nosotros necesitamos”.

 

Durante la misa, se ofrecieron frutos, flores autóctonas de Venezuela, la bandera nacional, un puñado de tierra en representación del suelo patrio, pan y vino.

 

“En las ofrendas vamos manifestando qué queremos entregarle a Dios, qué queremos regalarle. Son el símbolo del por qué estamos dando gracias”, dijo el padre Molina.

 

Tras finalizar la ceremonia, la ministra de Comunicación e Información, Jacqueline Faría, manifestó que “en esta fecha de paz y de amor nos unimos y abrazamos a quienes han sufrido los embates de desalmados antipatriotas”.

 

(AVN)

 

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