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El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha llegado este miércoles a Japón para participar en la cumbre del G7, que se celebra este jueves y viernes en el parque natural de Ise-Shima y en la que se abordarán los desafíos de la economía mundial, así como otros retos globales.

 

Durante su viaje, Obama visitará también la ciudad de Hiroshima, convirtiéndose de esta manera en el primer mandatario estadounidense en visitar la ciudad, tristemente conocida por haber sufrido un bombardeo atómico de EE.UU.

 

Una visita sin disculpas

 

El pasado abril el alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, invitó a Obama a visitar las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, ambas escenario de los ataques atómicos estadounidenses en 1945. «Es importante que este líder visite las ciudades que sufrieron bombardeos atómicos», declaró el alcalde de la ciudad.

 

Sin embargo, Washington no cree que el horroroso ataque que terminó con la vida de al menos 140.000 civiles fuera un error y no tiene intención de pedir disculpas por ello.

 

«No revisaremos la decisión de emplear la bomba atómica», escribió en su blog en el portal Medium Ben Rhodes, asesor en seguridad nacional del presidente norteamericano. En su lugar, EE.UU. ofrecerá «una estrategia para un futuro común».

 

En su discurso en la Casa Blanca el pasado jueves, Rhodes confirmó que EE.UU. «no va a pedir disculpas» a Japón por el bombardeo atómico de la ciudad de Hiroshima, y agregó que los estadounidenses «están muy orgullosos de la generación de soldados que lucharon en la Segunda Guerra Mundial».

 

El propio Obama también advirtió en una entrevista concedida a la televisión pública NHK de que no pedirá disculpas durante su histórica visita, porque considera «importante reconocer que en plena guerra los dirigentes deben tomar todo tipo de decisiones».

 

«Compete a los historiadores plantear preguntas y examinarlas pero sé bien, por llevar siete años y medio en mi cargo, que todo dirigente adopta decisiones muy difíciles, sobre todo en tiempo de guerra», detalló el presidente estadounidense.

 

Académicos y activistas de EE.UU. le piden a Obama que cambie su decisión

 

Unos 70 destacados académicos y activistas, entre ellos el lingüista Noam Chomsky y el cineasta Oliver Stone, dirigieron a Obama una carta para solicitar que «cambie su decisión de no pedir disculpas» por los bombardeos atómicos o «discutir sobre la historia».

 

Asimismo, han instado al presidente a reunirse con los supervivientes de los ataques a fin de escuchar sus testimonios y aprender de «su sabiduría, su impresionante sentido de la humanidad y la firme defensa de la abolición nuclear», que fortalecerían «la resolución de cualquier persona para eliminar la amenaza nuclear».

 

Asimismo, los firmantes de la carta, que recoge la agencia Kyodo, le han pedido al presidente que cancele el plan de la asignación de nuevos fondos para la modernización de las armas nucleares de EE.UU., y reactive el diálogo sobre el desarme nuclear con Rusia.

 

Críticas desde ambos lados del Pacífico

 

Los críticos de ambos lados del Pacífico arremetieron contra los planes del presidente Obama de visitar Hiroshima, informa ‘USA Today’.

 

En Japón, los líderes de un grupo de supervivientes de la bomba atómica instaron a Obama a pedir disculpas «a las víctimas humanas» durante su visita a la ciudad y reconocer que el uso del arma fue «inhumano y contrario al derecho internacional».

 

Terumi Tanaka, secretario general de la Confederación japonesa de Organizaciones de Víctimas de las Bombas Atómicas y de Hidrogeno, declaró en una conferencia de prensa en Tokio que los sobrevivientes y sus partidarios habían dejado de lado las demandas de disculpas públicas por los bombardeos con el fin de facilitar la visita de Obama.

 

No obstante, Tanaka, quien tenía 13 años y vivía en Nagasaki en el momento del ataque, dijo que Obama debería disculparse por lo menos en memoria de los que murieron o sufrieron las consecuencias de los bombardeos.

 

En otra rueda de prensa, un destacado miembro del Parlamento de Japón opinó que sería «totalmente inaceptable» que Obama visitara Hiroshima sin ofrecer una disculpa explícita.

 

«Si viene sin una disculpa, mejor que no venga en absoluto», aseguró Shizuka Kamei, un representante de la región de Hiroshima cuya hermana mayor murió en el bombardeo de esta ciudad.

 

Mientras tanto, en EE.UU., un conocido veterano de guerra advirtió que la visita a Hiroshima será vista como una «disculpa implícita» y un «insulto» a los veteranos estadounidenses.

 

«Cualquier acción o política presidencial que se presente como una disculpa implícita por el uso de la bomba atómica sería un insulto para nosotros y nuestros compañeros valientes que lucharon y se sacrificaron durante tres años y medio para ganar la guerra y traer la paz que liberó Asia», escribió el contralmirante retirado de la Armada de EE.UU. Lloyd Vasey en un comentario para el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.

 

El bombardeo de Hiroshima

La mañana del 6 de agosto de 1945, el bombardero estadounidense Enola Gay lanzó sobre Hiroshima la primera bomba atómica utilizada en combate con la supuesta intención de dar por concluida la Segunda Guerra Mundial.

 

Se estima que la explosión acabó de forma inmediata con la vida de unas 80.000 personas. Sin embargo, a finales de 1945 las víctimas mortales se elevaban ya a 140.000 y la cifra de afectados por la radiación en los años posteriores es difícil de contabilizar. Tres días después del ataque, EE.UU. lanzó una segunda bomba nuclear, sobre la ciudad de Nagasaki. 

 

(RT)