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Con el apoyo del expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, se inició un Medellín una campaña nacional para recolectar firmas que expresen la oposición al proceso de paz que el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP) llevan a cabo para poner fin a más de medio siglo de conflicto armado.

 

Con un llamado a rechazar los acuerdos de paz, el político fue el primero en estampar su firma en una de las 27 mesas instaladas en los 25 municipios que componen Medellín; e instó a la ciudadanía a descargar en Internet y firmar la planilla de manifiesto de rechazo al diálogo de paz que se desarrolla en La Habana, que estará disponible desde este domingo hasta el 4 de agosto.

 

Dentro de las negociaciones, que se basan en cinco puntos, Gobierno y FARC han alcanzado preacuerdos sobre propiedad de la tierra, participación política, erradicación de cultivos ilícitos y reconocimiento y reparación de los cerca de siete millones de víctimas que deja el conflicto armado.

 

Para firmar la paz solo falta consenso sobre el último apartado, que incluye el desarme y desmovilización de guerrilleros.

 

El ahora senador expresó que, a su juicio, aunque los colombianos quieren paz no quieren un acuerdo con la insurgencia y mucho menos que se les deje en libertad. No obstante, el exmandatario también se opone a mecanismos de refrendación, como el plebiscito propuesto por Santos, para censar la voluntad del pueblo respecto a la incorporación a la Constitución del Acuerdo Final de paz, en categoría de Acuerdo Especial, como un mecanismo para blindar jurídicamente el proceso de paz.

 

Según Uribe, lo pactado es de «impunidad total» para las FARC-EP porque los mecanismos de justicia transicional acordados nivelan «a las Fuerzas Armadas con el terrorismo pues se tienen que someter al mismo tribunal».

 

En esta línea, el senador llamó el martes 10 de mayo a la «resistencia civil» en contra de los acuerdos, acción ante la cual, SantoS aseguró que «hay quienes no pueden resistir este avance, hay quienes están desesperados porque se les va a acabar su oxígeno, que es el miedo, que es la guerra, y han acudido a todo tipo de ataques, inclusive llamando a la resistencia civil, esa misma que antes proponía Carlos Castaño». Por cierto, ese término de Resistencia Civil es muy usado por la derecha fascista de Venezuela, tan amiga de Uribe.

 

Entre tanto, Alfredo Ramos, senador del Partido Centro Democrático, liderado por Uribe, indicó que en toda Antioquia, incluidos los municipios de las Luces, El Poblado y Envigado, se está llamando a la resistencia civil contra el acuerdo que el Gobierno y la guerrilla persiguen.

 

Delegados de las FARC-EP y el gobierno nacional dialogan desde hace más de tres años en La Habana para buscar una salida pacífica al conflicto armado en Colombia, el cual se ha perpetuado por más de 50 años y ha provocado unas 600 mil muertes.

Según la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), desde 1997 hasta 2013 se registraron oficialmente 5 millones 185 mil 406 personas desplazadas internas con un impacto mayor sobre la población afrocolombiana y las comunidades indígenas.

 

(teleSUR)