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Con el transcurrir de los días son más los detalles que se conocen sobre la masacre ocurrida el pasado 12 de junio en el club gay Pulse de Orlando, pero uno de los más recientes se debate entre el horror y la locura y es que un testigo reveló que Omar Mateen, el causante de la tragedia, se reía mientras asesinaba a sus víctimas.

 

Según revela el Daily Mail, Norman Casiano recibió cuatro disparos, uno de ellos por la espalda pero sobrevivió al arrastrarse entre los cadáveres (entre ellos el de su pareja y su mejor amiga). Se arrastró y se fue al baño.

 

«Vi cómo remataba a una persona mientras reía», narró Casiano, quien fue testigo de la manera en la que Mateen ultimaba a esa persona:

 

“No dijo ni una palabra, le disparó, y se rió, fue lo más escalofriante», relató Casiano, que nunca olvidará los hechos.

 

“Era como una risa de placer como ‘estoy haciendo lo que he venido a hacer aquí’”, le dijo el testigo a Anderson Cooper de CNN.

 

Al parecer, ni siquiera las súplicas de las víctimas por sus vidas lograban parar las carcajadas de Mateen.

 

Según algunas fuentes, cuando se dio cuenta de que iba a ser aniquilado, a Mateen se le borró la risa del rostro y lo que se le ocurrió decir es que él también era “una víctima”.

 

(LaIguana.TV)