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Tres situaciones fundamentales condicionan a los dirigentes de la oposición, de acuerdo con José Vicente Rangel: a) el revocatorio; b) el torpe manejo de la política exterior y c) el rechazo del diálogo.

 

En su programa “José Vicente Hoy”, segmento “Los Confidenciales”, de este domingo, el periodista aseguró que en el primer caso la falla consiste en haber planteado el proceso en “términos triunfalistas” cuando no hay manera de que los tiempos coincidan para celebrar el mecanismo este año. Además de que la recolección de firmas en la primera etapa del proceso reveló desorganización y falta de escrúpulos por parte de la derecha debido a la cantidad de vicios que acumuló. “¿Cómo responder a sus electores que se ilusionaron con que Maduro saldría de la presidencia este año?, no hay manera de hacerlo porque la decepción es demasiado grande”, declaró Rangel.

 

Por otra parte, la promoción de un supuesto y amplio apoyo en el exterior, así como el aislamiento del gobierno venezolano, generaron la impresión de una realidad distinta, situación comprobada en las recientes reuniones de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en República Dominicana y Washington donde se evidenció un claro golpe no solo en material de apoyo, sino en el descrédito de una política que intentaba aislar a Venezuela y pretendía que se le aplicara la Carta Democrática. El golpe al Secretario General, Luis Almagro, se suma a las negativas del sistema implementado.

 

Finalmente, el comunicador señaló que si bien todos los llamados del Presidente Maduro para dialogar con la derecha han sido  descartados y banalizados, a nivel internacional éste ha cobrado vigencia contando con el apoyo de Estados Unidos y Canadá, de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) e incluso de la Unión Europea. Se destaca la reunión del secretario John Kerry con la canciller Delcy Rodríguez para dar pie a una nueva relación entre ambas naciones, reforzando entonces la tendencia al diálogo cuya factibilidad se empeña en negar la oposición.

 

A la luz de estos factores, se mantiene la creciente inestabilidad de la alianza opositora y aumenta, a su vez, la preocupación en la dirección de los altos partidos de cada bando por la manera en que crecen los hechos de polarización y violencia. “Lo que ocurre se atribuye al discurso de los distintos bandos participantes en la política nacional”, sostiene Rangel y concluye: “El discurso está recargado de amenazas y descalificaciones a troche y moche, lo cual determina que en las militancias cundan las posiciones radicales. La preocupación por el fenómeno tiene que ver con sus próximos desarrollos, ya que la tendencia es a que cada día se radicalicen más las posiciones”.

 

(LaIguana.TV)