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Este viernes 8 de julio volvió a perpetrarse un ataque con explosivos contra un módulo policial del país. Esta vez, cabe destacar, el hecho se registró en la sede de la Policía de Portuguesa en la ciudad de Guanare. Al parecer, dos sujetos a bordo de una motocicleta habrían lanzado dos granadas fragmentarias contra las instalaciones de dicho organismo. El suceso dejó como trágico saldo 35 funcionarios heridos y uno fallecido.

 

Este tipo de ataques, es necesario indicar, han venido ocurriendo cada vez con más frecuencia en distintas sedes de cuerpos de seguridad de la nación. Las mismas, y así se evidencia, han sido tomadas como blanco favorito por las bandas criminales que hoy día operan a lo largo de nuestro territorio.

 

El gobierno nacional, en reiteradas oportunidades, ha aseverado que dichos crímenes están directamente asociados con bandas organizadas vinculadas con el paramilitarismo. Se presume que este nuevo modus operandi tiene como objetivo atemorizar a los efectivos policiales, desprestigiar a los cuerpos de seguridad, generar deserciones y, lo más importante, promover una matriz de opinión vinculada a la supuesta incompetencia de los funcionarios.

 

A continuación, a manera de recapitulación, y para sustentar las teorías expuestas, presentamos una breve cronología con los casos de ataques a instalaciones policiales, que más han dado de qué hablar en los últimos meses:

 

24 de mayo de 2015: Una granada fue arrojada contra la sede del Cicpc en la Cañada de Urdaneta, estado Zulia. Solo hubo daños materiales.

 

22 de agosto de 2015: Delincuentes lanzaron granadas contra una patrulla policial en la Cota 905, al final de la avenida Los Laureles, Caracas. Al sitio acudieron varias unidades del Sebin.

 

27 de septiembre de 2015: Motorizados lanzaron granadas a la comandancia de Polibaruta en Las Mercedes, Caracas. Se reportaron 6 funcionarios y 4 civiles heridos.

 

2 de octubre de 2015: Cuatro motorizados lanzaron granadas a la sede del Cicpc en Catia, Caracas. Los artefactos no explotaron. Fueron capturados dos de los sujetos.

 

6 de octubre de 2015: Dos desconocidos en un vehículo gris, marca Dodge, atacaron con granadas y con armas de fuego la sede del Cicpc en Higuerote, estado Miranda. No hubo muertos ni heridos. Se desconoce el paradero de los atacantes.

 

17 de octubre de 2015: Atacaron con una granada y con armas de fuego la estación de la PNB en la calle Los Alpes de El Cementerio, Caracas. Dos efectivos resultaron heridos. Los delincuentes iban a bordo de un jeep de pasajeros.

 

12 de diciembre de 2015: Una mujer, apodada «Piel Canela», muere durante un operativo de las OLP luego de arrojar una granada a efectivos del Cicpc. El hecho ocurrió en El Cementerio, Caracas. Varios funcionarios resultaron heridos.

 

19 de enero de 2016: Motorizados lanzaron dos granadas contra el Centro de Atención al Detenido en Maracay (penal de Alayón), estado Aragua. El saldo fue 25 heridos y 6 muertos. Se desconocen las causas del ataque, aunque se presume ajuste de cuentas.

 

5 de abril de 2016: Dos motorizados lanzaron tres granadas contra la sede principal del Cicpc en Maracay, estado Aragua. No se reportaron muertos ni heridos. Se presume que los atacantes formaban parte de El Tren de Aragua.

 

11 de abril de 2016: Luego de intentar detonar una granada fragmentaria contra funcionarios de Poliguárico, murieron tres delincuentes en el barrio Tacope de Calabozo. Los antisociales, según se informó, intentaban robar una casa del sector.

 

21 de junio de 2016: Reos del Centro de Coordinación Policial de El Tigre, estado Anzoátegui, accionaron una granada que hirió a 6 personas. Se presume que se trató de pugna entre bandas.

 

8 de julio de 2016: Dos motorizados lanzaron dos granadas fragmentarias contra las instalaciones del Centro de Coordinación Policial de Los Próceres, en la ciudad de Guanare. El suceso dejó como trágico saldo 25 funcionarios heridos y uno fallecido.

 

El modus operandi de este tipo de organizaciones delictivas, según las autoridades, se asemeja mucho al de las células «convivir» que se instauraron en la década de los 90 del siglo pasado en la ciudad de Medellín, Colombia. No se descarta la complicidad y el suministro de armamento de parte de algunos funcionarios desertores o corruptos. Los ataques serían llevados a cabo bajo la orden de líderes negativos o pranes que operan en las distintas regiones del país.

 

(LaIguana.TV)