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Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) serán los encargados de distribuir tres millones de kits de uniformes escolares que llegarán a 30% de los niños inscritos dentro del esquema de educación primaria pública en Venezuela.

 

Los mismos serán confeccionados por unidades textiles organizadas por el Ministerio del Poder Popular para las Comunas, de cara al próximo año escolar 2016-2017, informó este jueves la vicepresidenta del Socialismo Territorial, Isis Ochoa, en una entrevista concedida al programa El Desayuno, de Venezolana de Televisión.

 

«Nos pusimos una meta que parece muy exigente, ya que son tres millones de kits de uniformes y cada kit tiene seis piezas que son parte del uniforme escolar», pero hay más de 9.200 productores vinculados, agrupando a 2.000 Clap, «y cada uno estará encargado de producir 1.950 piezas en total, es decir, 30 piezas por día. Un plan calculado científicamente para poder llegar a cubrir una demanda específica».

 

Resaltó que para la elaboración de los uniformes escolares se emplearán 21.095 máquinas de coser en todo el país, que forman parte de la llamada economía familiar o comunal. De la mano con los Clap, llevarán este bien a los niños venezolanos pertenecientes a un sector de la población en condición de vulnerabilidad social.

 

Ochoa destacó que debido a la guerra no convencional ejercida por la derecha contra el país, que tiene entre sus características a la especulación y el bachaqueo, «los Clap trabajan con un principio fundamental en la soberanía, que es el autoabastecimiento territorial, lo que significa que con las fuerzas productivas del país, logremos satisfacer las necesidades del pueblo con una lógica apartada del enriquecimiento» y basada en la satisfacción de la necesidad de los seres humanos.

 

En cuanto a la materia prima para la elaboración de estas piezas, precisó que el presidente de la República, Nicolás Maduro, aprobó bajo los esquemas de cooperación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) «la compra de unas toneladas de telas bajo los convenios textiles que tiene Venezuela con Ecuador y Bolivia, facilitándole al país la distribución de las telas».

 

Asimismo, subrayó que a través de la adquisición de esta materia prima, hay un porcentaje destinado a la activación de las hilanderías en Venezuela, que sumado a las más de 500 hectáreas de semillas de algodón que se siembran actualmente en el eje Orinoco- Apure -Cabruta, se pretende activar la industria textil en el país, afectada por el esquema de economía importadora que se estableció producto del rentismo petrolero.

 

(FIN/AVN/ARO/REP)