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Esta dimisión forzada de los 1.577 decanos es una de las medidas impuestas por el Gobierno turco para “limpiar” todos los niveles de la Administración de supuestos simpatizantes de la cofradía de Fethullah Gülen, un predicador islamista exiliado en Estados Unidos al que Ankara considera responsable del fallido golpe militar del viernes, en el que murieron más de 260 personas.

 

Fuentes universitarias indicaron que no todos los decanos han entregado efectivamente su carta de dimisión a fecha de hoy, pero descartan que puedan negarse a dejar su puesto por lo que, a efectos prácticos, ya se les considera dimitidos.

 

Al mismo tiempo, el Ministerio de Defensa ha apartado de su cargo a 262 jueces y fiscales militares mientras investiga posibles vínculos de todos los magistrados castrenses con la red gülenista, informa la agencia semipública Anadolu.

 

De los 2.745 jueces y fiscales civiles suspendidos ya el sábado, como primera medida tras el golpe, 632 han sido ya enviados a prisión preventiva por orden de un juez, señala NTV.

 

El número de magistrados y fiscales suspendidos ha subido ya a 2.843, agrega esta cadena.

 

Además, han sido apartados de sus cargos 32 funcionarios que prestaban servicio en el Parlamento, entre ellos tres vicesecretarios generales de la institución, informa el diario Milliyet.

 

El total de trabajadores del sector público despedidos o suspendidos de funciones supera los 28.000 personas a lo que se añaden 21.000 profesores de la enseñanza privada a los que se les ha retirado la licencia.

 

(EFE)