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“El alegato de que Venezuela no puede asumir la presidencia del bloque porque no ha conseguido cumplir con toda la normativa del Mercosur prevista en el Protocolo de Adhesión es enteramente improcedente”, así reza el comunicado de la Comisión de Asuntos Económicos del Senado de Brasil en reconocimiento de la presidencia pro témpore del Mercado Común del Sur (Mercosur), asumida el pasado viernes por Venezuela.

 

El Senado rechazó la postura del gobierno brasileño y alegó Venezuela no está sometida a ningún tipo de sanciones en el ámbito del bloque, por lo que “las razones alegadas para el incumplimiento de la norma jurídica del Mercosur carecen de fundamento técnico”.

 

Asimismo, el organismo refiere que la relación comercial con el gobierno criollo es beneficiosa para la nación en tanto que les permite exportar desde alimentos hasta productos manufacturados sofisticados, al tiempo que reciben del país un apoyo vital en el suministro de energía eléctrica a sus estados del norte.

 

El comunicado fue compartido por la Cancillería venezolana, que rechaza -junto con el Ministerio para las Relaciones Exteriores- se impida el normal desenvolvimiento de Venezuela frente al bloque regional.

 

A continuación el comunicado completo publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores:

 
SENADO FEDERAL 

 

COMISIÓN DE ASUNTOS ECONÓMICOS

 

Comunicado de la Presidencia de la Comisión de Asuntos Económicos (CAE) del Senado Federal sobre la Presidencia de Venezuela en Mercosur

 

La Presidencia de la Comisión de Asuntos Económicos del Senado Federal manifiesta su desacuerdo con la postura del gobierno interino de Brasil, que decidió no reconocer la presidencia pro témpore de Venezuela en Mercosur.

 

Tanto el Tratado de Asunción, instrumento fundador del bloque, como el Protocolo de Ouro Preto establecen, de forma inequívoca, que la presidencia pro témpore de Mercosur sería alternada a cada seis meses, por orden alfabético, entre los Estados Partes.

 

Tal regla, acordada libremente entre los miembros del bloque y aprobada por el Congreso Nacional de Brasil, es autoaplicable y automática, prescindiendo, por tanto, de cualquier decisión o convalidación adicional.

 

Además, la relación comercial con Venezuela en muy beneficiosa para Brasil. Entre 2003 y 2012, nuestras exportaciones a ese país aumentaron de apenas US$ 608 millones a US$ 5 billones. En ese período, Venezuela nos proporcionó un superávit comercial acumulado de US$ 29 billones. Exportamos hacia allá desde alimentos hasta productos manufacturados sofisticados. Venezuela también es vital para el desenvolvimiento de nuestra frontera amazónica norte y desempeña un papel fundamental en el suministro de energía eléctrica a nuestros estados de la Región Norte.

 

La decisión del gobierno interino brasileiro contraría frontalmente los principales instrumentos jurídicos del Mercosur. Venezuela es un Estado Parte, con pleno gozo de sus prerrogativas, y no está sometida a ningún tipo de sanciones, en el ámbito del bloque. Las razones alegadas para el incumplimiento de la norma jurídica del Mercosur carecen de fundamento técnico. El alegato de que Venezuela no puede asumir la presidencia del bloque, porque no ha conseguido cumplir con toda la normativa del Mercosur prevista en el Protocolo de Adhesión es enteramente improcedente. Ningún Estado Parte del Mercosur, inclusive Brasil, cumple integralmente con la normativa del bloque. Nuestro país no ratificó varios protocolos y acuerdos firmados en el contexto del bloque y, como todos los demás miembros, no aplica el Arancel Externo Común (TEC) en su amplitud.

 

En relación a los conflictos internos de Venezuela, que reconocemos son serios, no nos parece que puedan servir de motivo para esa decisión antidemocrática. La relación con Venezuela es estratégica para Brasil y no puede ser fragilizada por preconceptos políticos e ideológicos, los cuales no caben en una política externa responsable. Los conflictos internos de Venezuela pueden ser resueltos con diálogo y cooperación, y no con medidas autoritarias y antijurídicas, que tenderían inexorablemente a agravar los problemas ya existentes. El respeto a las reglas y a la institucionalidad democrática es siempre la mejor apuesta, tanto en Mercosur como en el ámbito interno de los Estados Partes.

 

Senadora Gleisi Hoffmann

 

Presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos.

 

(LaIguana.TV)