El pasado 28 de julio fue capturado el delincuente Marvin Adaly Ramos Quintanilla, un exreo salvadoreño quien se hacía pasar por pastor evangélico. El mismo pertenecía a una banda de delincuentes denominada Mara Salvatrucha. La misma era señalada por el gobierno de los Estados Unidos como una organización criminal transnacional.
Ramos Quintanilla, cabe destacar, utilizaba sus credenciales de pastor evangélico para ingresar a las cárceles, donde se reunía con otros miembros de su pandilla. Según nota de la agencia AFP, el objetivo de este individuo era ayudar a Mara Salvatrucha a ejecutar sus operaciones en la calle y manejar sus finanzas.
«No es cierto que yo sea el financista. No es cierto que yo haya entrado a los penales. No es cierto», aseguró el supuesto pastor, apodado «El Piwa», momentos después de ser apresado.
Ramos Quintanilla, por cierto, nació el 22 de mayo de 1980 en San Rafael de Oriente, una pequeña ciudad de El Salvador. Este se unió a la pandilla cuando apenas era un adolescente. Fue condenado a pagar 15 años de cárcel por homicidio, pero fue liberado en el año 2013.
Mara Salvatrucha, es necesario indicar, es una de las bandas con más amplia presencia en el referido país centroamericano. La misma se encargaba también de lavar dinero del narcotráfico.
Tras una operación denominada «Jaque», las autoridades le incautaron a los líderes de Mara Salvatrucha numerosos bienes y miles de dólares. Cerraron además negocios aparentemente legales y congelaron sus cuentas bancarias.
Muchos calificaban a Ramos Quintanilla como «una buena persona» y como un individuo «muy espiritual». Inclusive dirigía programas de apoyo y de beneficio para los privados de libertad y para los jóvenes habitantes de barrios de alto riesgo.
Este hombre, no obstante, era la figura clave en una estructura corporativa denominada «La Federación». La misma servía de enlace entre los cabecillas presos de Mara Salvatrucha y los socios que se hallaban en libertad.
(LaIguana.TV)
