En este video de antaño, escucharemos a Blanca Ibáñez decir que «si fuera barragana (de Jaime Lusinchi), me sintiera orgullosa (…) muy honrada». Esto en respuesta a los rumores que la ubicaban en ese entonces como la concubina del expresidente adeco, siendo en ese momento su secretaria privada.

 

La controversia generó rechazo hacia la figura de Ibáñez, y más aun luego de que en 1986 (dos años después de que Lusinchi asumiera el Poder), una plaza pública de un barrio de Caracas fuera bautizada con su nombre.

 

Incluso dentro del partido de gobierno (AD) se le vio como alguien con la capacidad de controlar a su gusto y conveniencia el acceso al entonces presidente, al mismo tiempo que se le cuestionó por su afán de protagonismo y astucia, que le permitieron manejar grandes cuotas de Poder.

 

En el video, transmitido por VTV en 2004, Ibáñez concluye diciendo con respecto a su relación con el Presidente: «No sería la primera ni la última mujer en Venezuela».

 

(LaIguana.TV)

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