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La ceremonia de clausura de los Juegos Paralímpicos de Río 2016, estuvo marcada por sentimientos encontrados, se reconoció el esfuerzo de los atletas con discapacidad y se guardó un minuto de silencio por la muerte del ciclista iraní Bahman Golbarnezhad.

 

Golbarnezhad murió este sábado en un accidente en la competencia de ciclismo en la categoría C4-5.

 

Sin embargo, el Maracaná también guardó momentos de júbilo cuando intérpretes locales mezclaron su talento con la música y bailó a ritmo de Nacao Zumbi y Vanessa da Mata, quienes con temas relacionados con la conservación de la naturaleza y al estilo brasileño, contagiaron a la tribuna y desde luego a los atletas.

 

La de esta noche fue una fiesta más para recordar en un ambiente en donde, a pesar de las limitaciones físicas de los protagonistas, todos se unieron en un solo sentimiento para despedir a una ciudad en donde dejaron más allá del esfuerzo en el escenario deportivo.

 

Río de Janeiro se convirtió por 11 días en el corazón del mundo paralímpico. Los atletas destrozaron marcas mundiales y del evento con base en entrega y sudor, no escatimaron por conquistar el podio.

 

Así que la noche del 18 de septiembre en el emblemático Maracaná no fue una despedida, ya que la música y el entorno de un país lleno de vitalidad, enmarcaron un hasta pronto en Tokio 2020.

 

En el marco de este evento y bajo las notas de “One Love” de Bob Marley, se premió a la estadounidense y multimedallista en atletismo, Tatyana McFadden, y al sirio Ibrahim Al-Hussein, por ser los mejores de Río 2016 e impulsar al deporte para personas con discapacidad.

 

Cuando Río de Janeiro entregó la estafeta a Tokio para el evento del 2020, fue el momento de la nostalgia por la partida de los nuevos héroes y el inicio de aquellos que surgirán en cuatro años.

 

El episodio de luto fue cuando los presidentes del Comité Paralímpico Internacional, Philip Craven, y Carlos Nuzman, del Comité Organizador de los Juegos Paralímpicos de Río 2016, recordaron al ciclista iraní Golbarnezhad, quien murió en un accidente en el ciclismo de ruta de la categoría C4-5.

 

Pero la música con el británico Calum Scott, el brasileño Saulo Vasconcelos y desde luego Ivete Sangalo, dio un giro a estos momentos sombríos y al final con varias interpretaciones de la palabra “Amor”, los cientos de competidores siguieron con la alegría.

 

Luego el episodio de tristeza llegó cuando unos rehiletes simularon un fuerte viento que apagó la flama paralímpica de Río 2016 para dar paso al camino a Tokio 2020.

 

(Agencias)

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