La inviabilidad para cumplir su principal promesa, el referendo revocatorio, puso en la “picota” a la MUD. No son pocas las voces que piden a la coalición de partidos una nueva estructura que le dé participación a todos los sectores y partidos minoritarios de la oposición.
El primero en llamar la atención respecto al tema fue J.J Rendón, el venezolano consultor de marqueting político, y quien estuvo asesorando a Henrique Capriles en la campaña de 2013.
“La muerte de la MUD es su ampliación, diversificación, pluralización. Dejar de ser lo que es para ser algo mejor, más incluyente, más fuerte”, escribió en Twitter. Luego, en entrevista televisiva afirmó que “lo que está pasando decreta, y lo digo con respeto, la muerte de la MUD y la oportunidad de nacimiento de una estructura nueva, incluyendo sindicatos, iglesias, grupos empresariales, gremios, muy abierta donde entendamos que no hay partidos ni candidatos, sino víctimas y victimarios”, recomendó.
Aclaró que el deceso del ente que agrupa a buena parte de la oposición sería para bien, porque, a su juicio, “ya cumplió una función y tienen que entender que ellos son solo una parte de la oposición, pero no toda”.
La falta de acción para cumplir la promesa electoral de “salir” del Gobierno, así como de propuestas concretas y las fisuras internas que siguen apareciendo entre la variopinta coalición han hecho que a los ojos de sus electores haya pesimismo.
Leoncio Pinto, sociólogo y politólogo opinó que la Mesa “atraviesa por un momento muy difícil, las posibilidades de un referendo este año son cada vez menores y eso liquida que llegue al poder. Se ha desatado una cacería de brujas a lo interno y están buscando un culpable de la situación, algunos dicen que es (Henrique) Capriles, algunos se culpan por no haber elecciones de gobernadores, la derrota sigue siendo huérfana, y en este momento hay demasiada conflictividad. Sectores radicales tambien cuestionan el diálogo, porque la ven como una oposición entreguista”.
La MUD, dominada por Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Acción Democrática y Voluntad Popular, el famoso G4, se ha ganado sus adversarios internos. Las toldas pequeñas, quienes desde hace años se han sentido menos dentro del bloque, pues no tienen voz ni voto por no gozar del suficiente respaldo popular en votos, también le hacen la guerra, en una lucha por ser escuchados y tomados en cuenta.
Entre ellos existen organizaciones que, incluso, difieren de las formas de accionar de la Mesa y desean otras alternativas para la cesación del Gobierno, como por ejemplo la desobediencia civil, a la que ha llamado en los últimos días la exdiputada María Corina Machado.
“No hay una unidad estratégica, unos andan detrás del referendo, otros detrás de la elección de gobernadores, otros buscan una salida más rápida. Y el Gobierno ha sentado la idea de que el RR este año no va y eso ha generado pesimismo en la gente. Todo ese conjunto de problemas ha generado una crítica situación que inmoviliza a la MUD”, agregó Pinto.
Por su parte, el politólogo Jesús Castillo Molleda, profesor de la URU, es de los que piensa que el G4: PJ, AD, VP y UNT, “deben liberar a la MUD del secuestro que la tienen sometida, y llamar a otros sectores de la sociedad civil. En paralelo, deben nombrar equipos de trabajo que hagan cabildeo con el Gobierno para lograr atender otros temas, como las elecciones regionales, presos políticos, escasez, inflación, seguridad, servicios públicos, respeto a las instituciones, estabilidad política”.
Sin embargo, la MUD es un organismo de conducción política, por lo tanto, está integrada por partidos, respondió el presidente de la AN, Henry Ramos Allup, al ser interrogado por este diario: “Hay gente que reclama que en la Mesa no están los estudiantes, los empresarios, la Iglesia, es que no pueden estar allí porque no somos un organismo corporativo, nosotros no representamos ni a los medios, ni a los estudiantes, ni a los trabajadores. Nosotros somos un organismo donde estamos partidos políticos, y solo eso”.
Pero incluso hay quienes van más allá y sugieren que se sustituya a Jesús “Chúo” Torrealba, quien desde septiembre de 2014 está al frente de la vocería, luego de haber contado por casi seis años con la veteranía de Ramón Guillermo Aveledo.
“Entendiendo que el revocatorio, a pesar de que logren conseguir las firmas, no se hará este año, la MUD debe buscar otros voceros y sustituir de inmediato a ‘Chúo’ Torrealba. Buscar voceros que representen autoridad y unión a muchos más sectores”, reconoció Castillo Molleda.
Sin desmeritar la labor que desde hace dos años viene haciendo Torrealba, Pinto, por su lado, alegó, a diferencia de Castillo, que “Chúo” ha hecho una labor importante porque hay que tener una piel muy dura para estar allí, ya eso lo vivió Aveledo que tenía una piel nutrida en la política, luego entra Chúo con mucho discurso y presencia en los medios, pero no tiene el liderazgo necesario para darle perfil a una coalición tan variopinta”.
En defensa de la Mesa también salió Gerardo Antúnez, su coordinador en Zulia, quien al ser consultado dijo: “La MUD fue diseñada como un espacio de participación y constantemente hay una discusión. Es normal que tengamos diferencias, allí hay organizaciones de derecha, de izquierda, de centro-izquierda, con distintas ideologías. Quienes critican sería bueno que dejaran un poco el teclado y fueran a visitar los sectores del país”.
De igual manera, se esperan algunos cambios dentro del organismo, ya hace unas semanas consultaron a varios sectores del país, antes de hacer un pronunciamiento oficial sobre las condiciones del 20% para el RR.
(Panorama)
