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A medida que se acercan las elecciones presidenciales en Estados Unidos la campaña de los candidatos se intensifica, y por el lado de Hillary Clinton está la presencia de su esposo y expresidente, que ha comenzado a cobrar notoriedad en actos recientes.

 

Es un asunto que tiene a algunos preguntándose cuánto es de ayuda el respaldo público y explícito de su esposo, o si podría ser perjudicial para su campaña.

 

Es que la presencia de Bill Clinton en apoyo a su esposa es en cierto modo también un recordatorio de los acontecimientos más famosos y polémicos en los que estuvo involucrado el expresidente durante su mandato, en los que la relación entre el matrimonio es central.

 

Además del escándalo de Monica Lewinsky, el más célebre, Bill Clinton también reconoció públicamente una relación extramarital con la modelo Gennifer Flowers.

 

En suma a esto, Clinton ha sido acusado en varias oportunidades y por diferentes mujeres de comportamientos inapropiados de tono sexual, acoso o incluso violación.

 

Esta acusación ha vuelto al ruedo ahora gracias a una manifestante que irrumpió en su acto más reciente con un enorme letrero que decía “Bill Clinton violador”.

 

La mujer rápidamente fue increpada por los partidarios de Clinton en el acto, que le gritaron “mentirosa” y que se fuera.

 
Bill Clinton inmediatamente se refirió al asunto:

 

“Les voy a decir a una cosa. Me encanta cuando la gente viene a mis actos a protestar y resultan completamente reveladores de su verdadera intención.

 

Demuestran que no quieren mantener una discusión seria, porque saben que perderían una discusión”.

Tras estas palabras, la ovación del público.

 

En los últimos días, Bill Clinton también ha sido polémico con algunas de sus declaraciones en el marco de la campaña de Hillary.

 

En un acto en Michigan, arremetió contra el Obamacare, una de las reformas que se ha convertido en un buque insignia de la gestión de Barack Obama.

 

Tratando de defender las propuestas electorales de Hillary en el área de la salud, se refirió al Obamacare como “un sistema absurdo” y, aunque después intentó calmar las aguas y relativizar sus declaraciones, estas ya están siendo aprovechadas por los republicanos como línea de ataque al plan de Hillary, continuador de la reforma de Obama.

 

La duda sobre si ayuda o no a su esposa en la campaña presidencial, parece legítima.

 

(Batangacuriosidades)