cuadro-jeovaa.jpg

Los testigos de Jehová que se encuentran frente a la necesidad de recibir una transfusión de sangre no están en condiciones de rechazar tales tratamientos de forma libre y contando con una adecuada y verídica información, informa la cadena CBC News citando a varios exfieles de esa religión.

 

En el 2002, Bethany Hughes, una adolescente de 16 años fue el foco de una batalla judicial en Canadá, debido a su rechazo a recibir transfusiones de sangre tras ser diagnosticada con leucemia. «Los años de intenso adoctrinamiento, asistiendo a cinco o más reuniones semanales, junto con una influencia, presión y coerción indebidas, privan a un testigo de Jehová de la libre elección», afirma Lawrence Hughes, un extestigo y padre de Bethany.

 

Los testigos de Jehová creen que la Biblia prohíbe las transfusiones de sangre y que someterse a una es pecado. En octubre pasado, las autoridades sanitarias canadienses informaron de la muerte de dos mujeres, que argumentando estar «perfectamente informadas» sobre los riesgos, habían rechazado las transfusiones de sangre a pesar de haber sufrido fuertes hemorragias por complicaciones en el parto.

 

Una forma de «controlar la mente»

 

Hughes alega que la información que los Testigos Cristianos de Jehová imparten entre sus fieles a menudo son falsas y dificultan un rechazo informado. «Dicen que si se hace una transfusión de sangre, se puede contraer el sida o el alma de la persona que donó la sangre. Si el donante estuviera loco, el receptor también se volverá loco, o si esa persona fuera homosexual, el que recibe la sangre también se volverá homosexual. Cuando te dan toda esa desinformación, ¿cómo puedes tomar una decisión informada?», critica el extestigo.

 

Además recuerda que cuando se unió a esa religión, le hicieron firmar un documento que declaraba que rechazaría transfusiones de sangre, y que si no lo hacía estaría «en un gran problema». Además comenta que los predicadores de esa iglesia mantienen reuniones con los fieles para «ajustar su pensamiento». Hughes asegura que el resultado de esa supuesta «desinformación» y coerción es una forma de «control de la mente» sobre los testigos de Jehová.

 

«Así es como un padre puede sentarse y ver a su hijo sangrar hasta morir y no hacer nada al respecto, eso va totalmente en contra del instinto, incluso los animales salvajes protegen a sus crías. Esto demuestra el poder que tiene esta religión en la gente», agregó.

 

«Hay que ser fiel y morir por Jehová»

 

En el caso de Bethany, su padre, cuenta que casi a diario llegaban al hospital donde se encontraba internada miembros o enviados especiales de los Testigos Cristianos de Jehová para asesorar o para asegurarse de que la joven no recibiera ninguna transfusión. Además les hacían llegar cientos de cartas de testigos de todo el mundo «alentándola a ser fiel y morir por Jehová».

 

Lawrence decidió romper con esa religión al no encontrar nada en las escrituras sagradas que prohíban las políticas relacionadas con la sangre que promovían los Testigos Cristianos de Jehová. Pero tras aprobar las transfusiones de sangre para su hija, su esposa junto a sus demás hijos lo abandonaron. Además fue marginado por sus amigos y otros en la comunidad de esa iglesia. «Sabía que iba a perder a mi familia, pero quería que mi hija tuviera la oportunidad de vivir, así que hice todo lo posible para que ella recibiera los tratamientos apropiados», dijo Hughes. Un tribunal finalmente ordenó que Bethany recibiera las transfusiones, pero murió poco después debido al avanzado y agresivo estado de la leucemia.

 

¿Qué dicen los Testigos Cristianos de Jehová?

 

Según la página web de la organización, los testigos hacen lo posible por buscar atención médica de calidad. «Cuando uno de nosotros —o alguien de nuestra familia— se enferma o tiene que ser operado, consultamos a médicos y cirujanos con experiencia en el uso de técnicas sin sangre. Y estamos muy agradecidos por los adelantos que se han hecho en este campo. Es más, las técnicas sin sangre concebidas para pacientes Testigos se usan en muchos países para tratar a otras personas. Hoy día cualquiera puede optar por tratamientos que no conlleven los riesgos relacionados con las transfusiones, como enfermedades transmitidas por la sangre, reacciones del sistema inmunitario y errores humanos», sostienen.

 

Y argumentan el rechazo a las transfusiones citando a la Biblia: «Es debido a razones religiosas, más bien que médicas. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento nos mandan abstenernos de la sangre (Génesis 9:4; Levítico 17:10; Deuteronomio 12:23; Hechos 15:28, 29). Además, para Dios, la sangre representa la vida (Levítico 17:14). Así que los Testigos obedecemos el mandato bíblico de abstenernos de la sangre por respeto a Dios, quien nos dio la vida».

 

(RT)