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Mientras se ultiman los detalles de la transición de poder en Estados Unidos y el recuerdo de las elecciones desaparece para dejar lugar a una nueva administración en la Casa Blanca, Europa comienza a prestar atención a una las promesas de campaña recurrentes del presidente electo Donald Trump: revisar o incluso reducir el rol de Washington en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

 

Más específicamente, esta reducción del compromiso militar en la seguridad del continente europeo reflota el rol de la disuasión nuclear, un complejo y peligroso sistema de defensa instalado durante la Guerra Fría basado en la capacidad de hacer los costos del conflicto intolerables para ambas partes.

 

 
Las interrogantes abiertas por el despliegue de armas nucleares en Europa, para enfrentar a una posible agresión rusa, tuvieron repercusión en la prensa alemana y en diferentes voces del arco político, que deslizaron la posibilidad de que Berlín incorpore bombas atómicas en su arsenal para compensar con una posible reducción de las mantenidas por Washington.

 

Ulrich Kühn, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Hamburgo y analista en Seguridad Nuclear por el Carnegie Endowment for International Peace, habló con Infobae y consideró que «si Donald Trump fuera a transformar sus dichos sobre la OTAN en políticas concretas o incluso una salida, Europa debería comenzar a mirar hacia una defensa sin los Estados Unidos».

 

Donald Trump expuso reiteradas veces que consideraba a la OTAN «obsoleta», argumentando que la alianza fue diseñada para contrarrestar a la Unión Soviética y no a Rusia, mucho menos extensa y poderosa que aquella, y que el país solventaba la mayoría de los gastos de la alianza.

 

«Los Estados Unidos pagan una parte demasiado grande de los costos de la OTAN. Y si miras a Alemania, a otros países, no parecen tan involucrados», dijo el magnate en una entrevista en marzo en The New York Times.

 

«Esto podría significar que las tres grandes potencias europeas, Alemania, Gran Bretaña y Francia, se verían forzadas a trabajar juntas de manera más cercana, quizás incluso en el área de las armas nucleares», consideró Kühn. Una importancia especial tendrían Gran Bretaña y Francia, quienes ya poseen arsenales nucleares, aunque resta ver los efectos del Brexit, la salida de Londres de la Unión Europea, en el desarrollo de una política de defensa en conjunto.

 

El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, intentó reducir la tensión asegurando que Trump mantendrá el rol de Washington, pero al parecer tras las elecciones del 8 de noviembre Europa ha estado debatiendo sobre el futuro de su seguridad.

 

(Infobae)

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