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El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, manifestó su curiosidad por conocer al ciclista uruguayo Tabaré Alonso, a quien comparó con el Che Guevara, luego que decidiera recorrer toda América Latina en bicicleta e incluir a Venezuela pese a las consejas de quienes odian al país.

 

“Me gustaría conocer a ese joven que ha recorrido la Gran Sabana y varios estados del país”, indicó el Ejecutivo Nacional durante su programa de La Hora de La Salsa, que este lunes se emitió en horario especial por Radio Miraflores.

 

Resaltó la iniciativa del ciclista en visitar a Venezuela pese a las “recomendaciones” que recibió por parte de quienes impulsan una campaña de guerra contra la Patria, asustándole para que no visitara el país.

 

Resaltó Maduro que el pueblo venezolano posee valores humanos que fueron reconocidos por el ciclista, al citar sus propias palabras, cuando afirmó a través de las redes sociales: “he encontrado un pueblo maravilloso, el paraíso, con gente solidaria. He sido tratado bien por los sectores humildes y pudientes del país”.

 

Tabaré Alonso es un ciudadano uruguayo de 28 años, técnico en sistemas, que se cansó un día de lo rutinario de su vida y decidió hacer una pausa. Lo notable es que escogió tomarse este tiempo pedaleando desde su natal Uruguay todo el continente, hasta Panamá, aproximadamente unos 13 mil kilómetros, tal como en el siglo XX lo hiciera en motocicleta el entonces joven argentino Ernesto Guevara, quien luego se convertiría en el legendario combatiente de la Revolución Cubana, el “Che Guevara”.

 

La historia de Tabaré Alonso y su viaje en bicicleta por América se hizo conocida luego que publicara sus impresiones en las redes sociales y el énfasis que describió sobre lo que halló en su paso por Venezuela.

 

Punto de partida

 

De acuerdo a la reseña del portal web analítica, una ruptura amorosa le mostró que las certezas son frágiles, la rutina de trabajo le confirmó que el anhelo de apostar por la aventura y la incertidumbre valía la pena, y el viejo mapa en el que había ido marcando durante años lugares para visitar, le dio alas a esa secreta esperanza y le proporcionó la voluntad necesaria para enfrentar el reto.

 

Un amigo de la infancia radicado en Bogotá le debía un café, así que decidió ir a buscarlo, recorriendo en bicicleta el trecho kilométrico que los separaba.

 

“No serán vacaciones, sino una aventura diaria donde cada día tendré que ir superando los obstáculos y miedos que vayan presentándose, sumándole el deporte y la vida sana”. Así presentaba Tabaré el proyecto que estaba por iniciar, en la web que creó para ir compartiendo su travesía.

 

Recorrió Uruguay, Argentina, Bolivia, subió hasta Perú y allí, la Cordillera Andina, a 5 mil kilómetros de altura, le presentó una nueva encrucijada: incluir a Venezuela en el trayecto y conocer el Mar Caribe con el que tanto soñaba, o seguir hacia Colombia por Ecuador, tomando el camino seguro.

 

En medio de su viaje se encontró con muchas personas, dedicadas a injuriar a Venezuela, quienes le advirtieron en reiteradas ocasiones que no asistiera al país, presentándole a la República Bolivariana como uno de los peores destinos de su visita.

 

Sin embargo, la decisión estaba tomada: giró hacia Brasil, remontó ríos, llegó hasta Manaos y finalmente se encontró frente a la frontera con Venezuela, y así hacer realidad su sueño.

 

La tierra prometida

 

Haciendo caso omiso a todas las advertencias, Tabaré entró a Venezuela por Santa Elena de Uairén, encontrándose con la plenitud de la Gran Sabana.

 

“Apenas crucé sentí la primera diferencia: el respeto hacia el ciclista. Los carros que en Brasil parecía que hacían competencia a ver quién te pasaba más pegado, aquí en Venezuela se abrían hasta metro y medio y hasta bajaban la velocidad para no afectar tu andar”, relató el uruguayo en su entrevista.

 

El segundo impacto se lo llevó con la Guardia Nacional Bolivariana, cuerpo de seguridad sobre el cual le habían prevenido mucho. “Son las personas más increíbles! ¡Los que más me han ayudado! No uno o dos, sino todos los que me he encontrado en Venezuela”, expresó Alfonso.

 

Según relató Tabaré, los efectivos de la GNB le daban agua y café, se interesaban por su historia y al conocer lo que está haciendo, le permitían asearse y hasta hacían colectas entre ellos mismos para darle alimento o dinero para el viaje.

 

“Incluso algunos me pidieron el número de teléfono y todos los días me mandan mensajes, me preguntan cómo voy y me piden que les mande fotos”, contó el uruguayo.

 

Retrato de los venezolanos

 

Un momento de gran tensión en el viaje estaba alrededor del kilómetro 88, en la carretera de Las Claritas, hacia El Dorado explicó el ciclista que sentía temor porque era el sitio sobre el que más le habían advertido; incluso varias personas le pidieron que hiciera ese tramo en un vehículo y no se expusiera andando en bicicleta y sin compañía.

 

Pero justo allí ocurrió otra gran anécdota, que relató a la periodista Valentina Quintero en su programa de radio: “Me bajo en Las Claritas para comprar unas cuatro naranjas y me siento en la acera, afuera de la bodega, a comerme una. Pronto la señora del local me dice que pase, que me siente en una silla, que no tenía que estar comiendo en la calle”, relata.

 

“Yo entré descalzo porque tenía el pie un poco infectado e hinchado por una lesión que me hice y de pronto se acerca otra señora con agua caliente para limpiármelo, y otro señor y me trae antibiótico” contó Alfonso.

 

Tabaré asegura que los venezolanos son gente amable y solidaria como no había encontrado en todo su viaje. “Si necesito ayuda, yo la pido, no tengo problema con eso. Pero aquí la ayuda viene a mí, las personas son las que se acercan. ¡Eso me impresiona!”.

 

Acostumbrado en su travesía a hacer pequeños trabajos a cambio de alimentos o un lugar para pasar la noche, ha sido desbordado con la generosidad local. “El venezolano no hace las cosas por trueque: Aquí un plato de comida, un vaso de agua te lo dan a cambio de nada, solo por la tranquilidad de saber que estás bien”.

 

Aunque aún le falta un largo tramo por este territorio caribeño, Tabaré Alfonso aseguró que desde ya se lleva la mejor impresión del país.

 

“En una aventura como ésta te vas a encontrar personas buenas y malas, pero en Venezuela yo solo me he encontrado personas geniales. Hace un mes que estoy aquí y hoy te digo esto: Llegué al paraíso cuando entré en Venezuela” concluyó.

 

(VTV)