cuadro-paaan.jpg

La demanda de pan salado (campesino, canilla o francés) en la ciudad es elevada, pero la prioridad del consumidor caraqueño es conseguirlo a precios accesibles. Sin embargo, el costo del producto sigue aumentando, tal como evidenció tras un recorrido realizado por distintos establecimientos ubicados en la avenida Baralt, parroquia Altagracia, y sus alrededores.

 

En la Panadería y Pastelería El Guanábano, situada en la esquina del mismo nombre, es una de las pocas del sector que expende canillas a 150 bolívares, después de mediodía, informó uno de sus trabajadores.

 

En las afueras del establecimiento había ayer una larga cola en espera del anhelado artículo. Eran las 11 de la mañana.

 

“Con los alimentos tan caros no puedo comprar el pan en casi mil bolívares, pero tengo que solucionar la cena o el desayuno para mis hijos”, acotó una señora que hacía la cola. Agregó que ya no tenía harina de maíz para las arepas, ni harina de trigo para hacer panquecas a los integrantes de su familia.

 

A media cuadra de allí, en la Panadería Pastelería Charcu Selecta Deli, se ofertaba pan gallego en mil bolívares por unidad. En el establecimiento había pocas personas y no todas lo estaban adquiriendo, debido a su alto precio, aseguró un señor que cuando preguntó el costo del pan se retiró del lugar sorprendido y enojado.

 

Los trabajadores del establecimiento manifestaron que hay poca materia prima y por eso las vitrinas estaban vacías. Reconocieron que el pan está un poco más costoso que en otros lugares, pero explicaron que “igual se vende en el transcurso del día”.

 

La Panadería y Pastelería Bred, ubicada en la esquina Salas, no vende pan salado en canillas, ni campesino o sobado. El joven que despacha en la barra del local refirió que tienen pocos ingredientes para poder elaborarlo suficientemente. Por lo tanto, preparan todos los días pan de sandwich y lo venden en dos mil 500 bolívares. El producto se expenden en el transcurso de la tarde.

 

Mientras que en la Panadería Mansion Bakery, que está en la esquina Cuartel Viejo, se oferta el pan campesino a 800 bolívares. El encargado, quien atiende en la caja del local, comentó que están vendiendo todo el día. En el lugar se observó gran cantidad de dulces, cachitos y pizzas.

 

Fue la panadería que se evidenció más abastecida y con más flujo de personas. En la puerta se hace una cola pequeña para comprar. “Atienden rápido”, dijeron varios de los clientes.

 

Por su parte, en la Pastelería Picadilly, que se encuentra en la esquina La Torre del casco histórico de la ciudad, se observó una larga cola fueras del local comercial, ya que a partir de la una de la tarde se empezaría a vender el pan en su diferentes presentaciones a bajo costo.

 

“La canilla en 150, campesino en 250 y el sobado en 500 bolívares”, dijo uno de los trabajadores del negocio a la clientela que le preguntaba la hora de la venta y los precios.

 

(CiudadCCS)