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José Antonio Colina, prófugo de la justicia en Venezuela tras ser señalado como autor de los atentados terroristas contra las embajadas de España y Colombia, y contra el edificio Teleport en 2003 promueve en el Senado de Estados Unidos medidas para socavar la soberanía y paz de Venezuela.

 

En un comunicado, Colina, quien preside una organización de ultraderecha en Miami, envió este 2 de febrero una carta al senador republicano Marcos Rubio para solicitar, sin pruebas de ningún tipo, que Venezuela sea vinculada con operaciones ilícitas de narcóticos en la región.

 

En febrero de 2003, dos artefactos explosivos estallaron en las puertas de la Embajada de España y el Consulado de Colombia en Carcas, Venezuela, con escasos minutos de diferencia. Luego hubo un estallido en las puertas del edificio Teleport, donde funciona una de las dos sedes en la capital venezolana del Consejo Nacional Electoral.

 

Por esos atentados terorristas, el Ministerio Público en Venezuela libró una orden de detención contra Colina Pulido con fecha del 14 de noviembre de 2003, por «la presunta comisión de uno de los delitos contra las personas, contra el orden público y contra la conservación de los intereses públicos y privados».

 

Hasta ahora, Colina se mantiene prófugo de la justicia venezolana. Al enterarse de la orden de detención, huyó a Estados Unidos, donde fue detenido por solicitud de los organismos competentes en Venezuela.

 

Sin embargo, a su llegada fueron de inmediato representados por el abogado Matthew Archambeault quien defendía también al terrorista internacional Luis Posada Cariles, reveló el periodista Jean-Guy Allard en un artículo publicado en 2011.

 

Allard explicó que con mucha celeridad la Agencia norteamericana de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) descartó los cargos contra Colina a solicitud del propio Departamento de Estado norteamericano.

 

El destinatario

 

Colina envió la carta injerencista al senador Marcos Rubio, quien es un confeso y abierto defensor de planes desestabilizadores contra el sistema democrático de Venezuela, desde la llegada de la Revolución Bolivariana al poder.

 

El proceder político de Rubio en Estados Unidos no es lo más probo en la clase política gringa. En 2012 una agencia federal de Estados Unidos lo sancionó por ilegalidades vinculadas con la posible apropiación de capitales destinados a campañas electorales de 2010.

 

En enero pasado, el diputado venezolano José Ávila denunció en la plenaria del Parlamento nacional que precisamente el senador Rubio participaba activamente, junto a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) y a María Machado, en planes para un golpe de Estado en Venezuela, lo cual incluía atentar contra la vida del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.

 

(AVN)