Una mujer despechada descargó toda su ira al descubrir que su novio de dos años la había estado engañando. El problema, fue que el lugar que escogió para hacerlo, fue su trabajo en un supermercado en el Centro Comercial Dalston Cross, Londres, donde él se desempeñaba en la caja de compras.

 

Con cámara en mano, se dirigió hacia él y grabándolo le gritó al frente de sus clientes.

 

En la mano llevaba una bolsa de basura llena de sus posesiones y, haciendo caso omiso a los ojos incrédulos de los inocentes compradores que se encontraban allí, se la vació entera en su puesto de trabajo.

 

El final de la historia queda en suspenso. 

 

(upsocl.com)

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